Nuevamente las empresas de transporte decidieron realizar desvíos ya que el recorrido habitual se encuentra afectado por las obras que se realizan en cercanías al puente que cruza el río Carcarañá en Villa La Ribera. Los vecinos del lugar reclaman que “por favor no los aislen”.

Durante las últimas semanas obreros se encuentran realizando tareas de bacheos en cercanías al puente que conecta Villa La Ribera con Timbúes, cruzando el Río Carcarañá. En consecuencia, las empresas de transporte evitan pasar por la zona y la decisión preocupa a los vecinos que el transporte les resulta indispensable.

“Pedimos por favor a las empresas Serodino y Rosario Bus que dejen de aislarnos, esquivandonos en sus recorridos”, manifestó un vecino a IRE y enfatizó: “No quieren pasar por Villa La Ribera”. En ese sentido, explicó que “gran parte del tiempo la Ruta 91 está vacía” y aún así, quedan aislados. Además detalló que “en dirección sur a norte los pasajeros deben bajarse en la gomería situada a la salida de Timbúes o en las vías del Pueblo Andino”.

En lo que respecta al sentido contrario (dirección norte a sur), el vecino describió: “La empresa Serodino dobla con destino a Pueblo Andino, mientras que Rosario Bus hace un tramo viniendo de Andino pero da la vuelta antes del Cruce con la ruta 91”. Luego, remarcó: “Estamos cansados de esta situación que, según dicen, se repetirá durante seis meses, para quienes no tienen autos es una verdadera odisea cumplir cada día con sus responsabilidades”. 

Asimismo mencionó que, en consecuencia a estos desvíos, los chicos no pueden asistir a la escuela o a actividades extracurriculares, como así tampoco los adultos a sus trabajos, o al médico “sin estar averiguando antes si alguien sabe por donde pasan”. Esta problemática viene afectando hace días a los vecinos y tal como lo manifiestan “cada día es una loteria” ya que reina la incertidumbre acerca de si el recorrido alcanzará la zona o no. Y desde esta premisa, denuncian: “Sean responsables en el servicio, que bastante fortuna pagamos para que encima tengamos que volvernos locos adivinando por dónde y a qué hora van a pasar”.