El “puente de Giardino” comenzó a nombrarse en los últimos días como una opción concreta y viable para un acceso único de transporte pesado a los puertos del cordón industrial. Inclusive se planteó cambiar su nombre, entendiendo que por cruzar por allí lo había conseguido. Pero, en el trasfondo, hay cuatro hermanos que dejaron el arado, se pusieron el traje e insistieron en Santa Fe para que se haga realidad.

La nueva autopista ejecutada por Vialidad Provincial los cruzaba al medio, tanto su casa como el tambo, e inclusive los aislaba porque para llegar a Oliveros debían hacer 15 kilómetros para dar la vuelta entre los caminos rurales. En consecuencia, dejaron la tierra atrás y fueron unas cuantas veces a la ciudad capital. Hasta que lograron el objetivo. 

“Recuerdo ver salir a los cuatro hermanos trajeados a pedir el desvío del trazado porque pasaba por el tambo y las casa”, confió en IRE Maria del Carmen Giardino, hija de uno de ellos. Ella recuerda incluso que cuando tenía diez años se construyó la traza provincial. 

Y explicó: “Para hacer los mandados o para ir a la escuela eran como 15 kilómetros. Da la casualidad que el puente del cementerio estaba hecho pero había quedado demasiado chico por eso tuvimos suerte y aceptaron hacer el puente”. 

Los Giardino eran cuatro varones: Omar, Osvaldo, Lindolfo le decían “Tito” y Oscar. También tenían una hermana pero ella “no tenía nada que ver en el campo”, jovencita se casó y fue a Rosario. Con el tiempo todos fallecieron, dos eran “solterones” y los otros dos tuvieron tres y dos hijos. 

La zona permaneció netamente rural hasta que en cercanías se estableció la central de maniobras del Belgrano Cargas y volvió a enmarcar a los puertos timbuenses frente a Oliveros. Allí el puente que permanecía oculto tomó preponderancia y estuvo a la vista de todos. 

¿Qué pasó con la hacienda de la familia?: “Al lado del puente hasta hace dos años teníamos las dos casas para fin de semana, todas amuebladas, con una pileta de natación de cemento grande y un galpón lleno de herramientas. Pero en varias oportunidades nos entraron a robar y se llevaron hasta el galpón. También desarmaron las casas”, reconoció indignada Maria del Carmen. 

Y continuó: “Lloramos mucho cuando vimos que no podíamos disfrutar más todo eso, retiramos lo poco que había quedado y por la inseguridad que hay ni un parrillero pudimos dejar. Te llevan todo”. 

Ante el pedido de que el puente cambie su nombre por el de “Eva Perón”, coincidiendo la fecha de su natalicio con el acto de anuncio que realizó Timbúes, o el de “Milton y Lautaro” niños que fallecieron en un accidente sobre ruta 91 en plena cosecha gruesa, la señora mostró una tercer portura: “Me gustaría que sostengan el recuerdo de nuestros ansestros”. 

Cumpleaños de 15 años en el patio de la casa.