Cuatro hermanitos caminan tres kilómetros para asistir a las practicas de fútbol en Villa La Ribera, el deporte que más les apasiona. Más allá de las complicaciones económicas, no pierden la oportunidad de asistir cada semana, situación que conmovió a otros papás que comenzaron una cruzada para conseguirles bicicletas. El pedido fue rápidamente escuchado ahora restan mejorar los rodados donados. Además, piden colaboración para la merienda.
Los chicos tienen seis, siete, ocho y once años, acuden a la escuelita de futbol “Los amigos”. Su padre, es el encargado de marcar la cancha cuando al equipo le toca jugar de local, mostrando su predisposición y acompañamiento. Los cinco caminan tres kilómetros para ir, y lo mismo para volver, cada vez que deben ir a practicar. Para que puedan trasladarse esos seis kilómetros con más comodidad, una vecina decidió realizar un llamado a la solidaridad para conseguirles bicicletas. E inmediatamente fueron muchos los que se solidarizaron pero ahora hacen falta arreglar algunos frenos, fundas, cubiertas y cuadros.
“Siempre llegan emocionados y con todas las pilas para jugar. Cuando el cansancio les alcanza, su papá los motiva diciéndoles que caminar les sirve para tener piernas de futbolista, y así los cuatro enanos embalan”, describió Fernanda Cobreros, la vecina que comenzó con los pedidos que fueron rápidamente respondidos en las redes sociales.
Toda bicicleta a la cual no le den utilización, o partes de ellas que aún puedan ser utilizables, y quieran donar, serán de mucho valor, se pondrán a punto y pintarán para ser entregadas a estos niños que cada practica se trasladan desde lejos para poder jugar. “Quizás pierdan algo de dinero por no venderlas, pero hay acciones que valen mucho más, que no alimentan el bolsillo, pero si el corazón y mucho. A la gente solo la ayuda la gente”, reflexionó en el primer pedido la vecina.
Además, los chicos reciben la merienda luego del entrenamiento, quienes puedan colaborar con leche, mate cocido y masitas será de mucha utilidad: “También armamos un merendero, así se van con la panza calentita. Te parte el corazón con la desesperación que salen corriendo a buscar la taza. Lo que puedan donar nos vendrían super”, confió a IRE Fernanda.