En los últimos días una serie de bocinazos proveniente de la Ruta 11 llamó la atención a vecinos de Villa La Ribera. Primero creyeron que era a modo de protesta por estar ahí, en medio de la emergencia sanitaria, pero reclamaban agilidad para entrar a los puertos.

La postal se repite cada cosecha gruesa en la región. Lo positivo dentro del caos esta vez, es que no hay autos particulares o micros de transporte urbano de pasajeros, en consecuencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio que decretó el Gobierno.

Las largas colas de camiones quedan apostadas sobre la cinta asfáltica de Ruta 11 desde Villa La Ribera hasta La Paloma en Timbúes. En los últimos días una serie de reiterados bocinazos llamó la atención a los vecinos del lugar.

En principio creyeron que era a modo de protesta por encontrarse trabajando en medio de la emergencia sanitaria, ya que hubo reclamos al respecto días atrás, pero en realidad pedían que la fila avance con mayor agilidad.

A nivel país, hubo reclamos por maltrato a los transportistas, excepcionalidad del decreto por considerar que se encargan del abastecimiento. En ese sentido manifestaron que en diversas localidades se le niegan derechos fundamentales como parar a comer, dormir o bañarse.