Una joven timbuense denunció a un hombre por violación. El masculino acusado es conocido de la familia. El suceso ocurrió luego de una reunión, que tras la ingesta de alcohol impidió a la mujer defenderse, el sujeto no se detuvo ante su negativa y la penetró. Hizo la denuncia y fue trasladada hacia la comisaría de la mujer. Por amenazas, decidió mudarse de la localidad.
Con la voz entrecortada y el alma rota. La mujer de 21 años dudó hasta el último momento en contar su historia y después reflexionó: “Estuve dos semanas callada creyendo que iba a destruir a una familia, pero me estoy destruyendo yo misma. Lo conté porque de todas formas él ya me había destruido”.
En un desgarrador relato afirmó: “Él tiene su familia que era de confianza para la mia. Abusó de mi condición psiquiatrica y me alcoholizo sabiendo que tengo problemas con el alcohol. Me dio mucho de tomar hasta el punto que me tuve que acostar. Me acoste y me tape con la frazada”.
De acuerdo al parte oficial, la chica estaba junto al matrimonio, la otra mujer decide retirarse a descansar y ellos quedaron en una sala de ensayos. Entonces, siguió el relato: “Él me destapó, me sacó la ropa de la parte de abajo, me penetro, me empujo hacia un lado y termino eyaculando en el acolchado”.
Con angustia, viviendo de una tía en otra ciudad por precaución ante amenazas, confió: “Esa es la verdad que vivi”. Lo llamativo fue que quien la acompañó en primera instancia a radicar la denuncia fue la mujer del hombre señalado, pero luego cambió su actitud: “Quiere que me quede callada porque cree que puede afectar a su hija”.
Desde entonces comenzó a recibir amenazas, que incluyeron al muchacho: “Me llegaron mensajes de que cómo iba a exponer a la familia que tienen una nena chiquita y asi varios mensajes. Hubiera pensado en su familia antes de hacerme eso”.