Un integrante de la Guardia Urbana de Timbúes, estaba prestando servicio en uno de los controles de Ruta Nacional 11, durante la madrugada del sábado cuando fue abordado por dos individuos en una moto que haciendo uso de un arma de fuego, lo intimidaron, y le robaron efectos personales, entre elllos, un celular, documentos y un poco de dinero. Desde entonces cuestionan las herramientas laborales de la Guardia Urbana.
El Secretario de Seguridad Ciudadana, Alfredo Olivera, al respecto puntualizó: “No podemos escapar al fenómeno de la criminalidad. En esta circunstancia la persona se encontraba sola, en un lugar coplicado”.
Luego, agregó: “Ocurrió un hecho penoso, que lamentamos, debemos prever que puede pasar y redoblar esfuerzos. En los últimos tres años, no es la primera vez que un miembro de la guardia sufre una agresión. Y eso demuestra que nosotros hacemos realidad todos los días lo que dice nuestro escudo, que si es necesario también ponemos el corazón”.
Pero, el Jefe del Área, defendió su Fuerza: “No existe una condición de viulnerabilidad o de peligrosidad en la tarea de la Guardia Urbana. Cuentan con coberturas legales y físicas. La hora en la que ocurrió el evento impidió que las patrullas de la Policía estuvieran en apoyo. Nuestra presencia es la garantía de la legalidad y el orden. Arriesgamos la vida y somos objeto de atentados y amenazas. Si no estaría dispuesto anímicamente a hacerlo: deberé comprarme un perro. No puedo tener miedo, porque brindo servicio a la comundad, y eso hacen mis subalternos”.