En el marco de la liga Sanlorencina de Fútbol, Timbuense comenzó ganando desde los 12 minutos, y llegó a superar a su rival con tres goles a favor, pero Puerto General San Martín logró repuntar y conseguir el empate, aunque la parcialidad del Indio cuestionó las decisiones del árbitro. Finalizado el cotejo la violencia volvió a opacar el deporte.

Cuando los hinchas de Timbúes comenzaron a retirarse del estadio, los estruendos de las armas policiales comenzaron a resonar y un grupo reducido de los que habían llegado al lugar para alentar a Timbuense, iniciaron una riña que incluyó a los uniformados que estaban realizando el operativo de seguridad.

Momentos antes, el grupo de la parcialidad local (Timbúes) se emprendieron marcha en dirección a donde se encontraban los hinchas y jugadores de PGSM, vociferando que “iban a romper todo”, tomando piedras y otros elementos contundentes. 

El encuentro estaba suspendido desde hacía dos semanas, de acuerdo a fuentes oficiales la policía había dado un informe negativo de seguridad y no se dio garantía alguna, lo cual se reflejó finalizado el partido. Además, materializando dicho informe negativo, la Secretaría de Control de los Espectáculos Masivos del ministerio de Seguridad desaconsejó la realización de la disputa.

En medio de la gresca, los efectivos comenzaron a disparar con la escopeta reglamentaria, con munición anti tumulto hacia el suelo a 45º, pero el grupo de simpatizantes descontrolados rodeó al sub comisario y tras empujarlo cayó pesadamente hacia el piso, de espalda, lesionándose la cabeza a la alura de la base del cráneo.

El conflicto se agravó y comenzaron a intercambiarse disparos y piedras. Resultaron heridas algunas personas, y el subjefe de la comisaría de Timbúes, subcomisario Luciano Casteran, quien recibió el golpe de una piedra en la cabeza. Además hubo daños en vehículos policiales y particulares.

“Desnaturalizaron lo que significa un espectáculo deportivo de este tipo donde debe primar la pasión, que no tiene nada que ver con la violencia”, expresó uno de los hinchas que presenció tanto el partido como el conflicto.

Imagen ilustrativa.