El Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, Entre Ríos, fijó para mayo el inicio de un nuevo juicio en contra del ex sacerdote que se inició en Timbúes, por el abuso a un niño de 12 años. El nuevo proceso se suma a una condena a 25 años de prisión, que data de 2017, por abuso y corrupción de cuatro menores.
Se trata de un ex cura cuyo apellido compuesto remite por antonomasia su lugar de nacimiento: Colombia, más precisamente, Medellín. Juan Diego Escobar Gaviria, tuvo como primer destino religioso la localidad de Timbúes. Aquí llegó como integrante de la Asociación Clerical Cruzada del Espíritu Santo, la orden que tiene como referente al padre Ignacio Peries.
La condena a 25 años de prisión por abuso y corrupción de cuatro niños de entre 11 y 12 años, se dio cuando oficiaba en la parroquia de la localidad entrerriana de Lucas González, en el departamento Nogoyá. La nueva causa corresponde a una denuncia de una presunta quinta víctima surgida tras el primer proceso judicial.
El nuevo proceso judicial contra el ex cura ya fue suspendido tres veces, en consecuencia, los jueces Mauricio Derudi, Alejandro Calleja y Alejandra María Gómez determinaron que comience el lunes 11 de mayo y continúe el martes y miércoles siguiente.
En primera instancia, el juicio iba a comenzar el 23 de mayo de 2018, pero el joven de ahora 19 años que denunció al cura no podía asistir al tribunal. Fue reprogramado para el 12 de noviembre de 2018, pero el Tribunal no pudo conformarse y se postergó para el 4 de diciembre de 2019. Y en noviembre volvió a suspenderse.
Entre su elevación a juicio y la confirmación de la fecha de inicio, el el ex sacerdote quedó dos veces sin representación letrada, tras la renuncia del abogado Milton Urrutia y la de su reemplazante María Alejandra Pérez, quien alegó su estado de embarazo para apartarse.
El primer proceso judicial comenzó en 2017, cuando un joven de 19 años prestó testimonio sobre los abusos de Escobar Gaviria. Ese ex seminarista detalló lo que sufrió cuando tenía 12 años en la iglesia de la localidad de Lucas González, un pueblo de 5000 habitantes a 133 kilómetros de Paraná, donde el ex sacerdote ofició misas entre 2005 y fines de 2015, y en viajes a otras ciudades.
En este segundo proceso, se dirimirá la responsabilidad penal del religioso por la denuncia de una quinta víctima, que se conoció mientras se tramitaba el juicio oral en la ciudad de Gualeguay, en agosto de 2017.
En ese entonces, el fiscal de Nogoyá, Federico Uriburu, pidió el desarrollo de un nuevo juicio. En mayo de 2018, el juez de Garantías de la misma ciudad, Gustavo Acosta, remitió la causa a juicio oral.
La primera condena
El 5 de septiembre de 2019, la Cámara de Casación Penal de Paraná confirmó la condena a Escobar Gaviria de 25 años de prisión por abuso y corrupción de cuatro niños de entre 11 y 12 años. Corroboraron así lo actuado en 2017 por el Tribunal de Juicio y Apelaciones de Gualeguay, que lo había considerado material y penalmente responsable por los delitos de “promoción de la corrupción de menores reiterada (tres víctimas) agravada por la condición de guardador” y por “abuso sexual simple agravado por ser cometido por ministro de culto”.
Los jueces Marcela Davite, Hugo Perotti y Marcela Badano, quienes rechazaron el pedido de dejar sin efecto la prisión preventiva del religioso, también rechazaron por unanimidad que quede en libertad. Con la confirmación de la pena, y con el argumento de que “aún existe peligro de fuga, no tiene arraigo, tiene doble nacionalidad y tiene los medios económicos” para fugarse, el ex cura continúa detenido en la Unidad Penal 5 de Victoria.
Dos monjas
La primera denuncia, antes del testimonio de una de sus víctimas, la realizaron en noviembre de 2016 dos religiosas de Lucas González. Esas monjas de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio “Castro Barros”, expusieron el caso ante el defensor oficial de la Justicia de Nogoyá, Oscar Eduardo Rossi. Afirmaron que el ex cura “encerraba a niños de entre 11 y 12 años en dependencias de la iglesia” –la Parroquia San Lucas Evangelista– y allí “cometía los abusos”.
Tras conocerse la acusación, Escobar gaviria se ausentó de Lucas González. Permaneció con paradero desconocido hasta que, a los pocos días, se entregó a la Justicia. Dijo entonces que había estado “en un retiro espiritual en Rosario”.
Sanador en Timbúes
El primer destino religioso del colombiano Escobar Gaviria en la Argentina fue Timbúes. Contó, en entrevistas a medios entrerrianos, que lo invitó al país el propio Peries. También admitió su obsesión por la sanación.
Su inicio en esas lides, dijo, fue cuando una mujer con ceguera irreversible le pidió una imposición de manos para devolverle la visión. “Y yo me negué. Le dije que eso lo hacía el padre Ignacio, y le dije eso: Vaya donde el padre Ignacio y pídale que le imponga las manos. No me hizo caso. Entonces, ella misma me agarró las manos y se las puso en los ojos. Ahí, yo, de prepo, dije un Padrenuestro y más nada. Y a los quince días, volvió diciendo que yo la había sanado. Usted me ha sanado, me dijo. Ahí ya vi yo el signo de que el Señor quería que yo empezara a hacer bendiciones. Eso pasó ahí en Timbúes. En los tres años que estuve ahí, lo empecé a descubrir. Aunque yo, en mi oración incipiente, le pedía al Señor ser instrumento de sanación, un instrumento de Dios para ayudar a las personas que están en problemas”, relató el ex cura.
Fuente: El Ciudadano