El miércoles pasado en la empresa Renova de Timbúes, se realizó la mesa sojera encabezada por el presidente Mauricio Macri, donde estuvieron presentes el Gobernador de la provincia, el ministro de Producción, Trabajo y Transporte, el secretario de Agroindustrias y desde el lado empresarial, las cuatro entidades gremiales de productores, quienes expresaron su preocupación en el ámbito económico y la caída de la producción y los mercados.
En diálogo con IRE, el Secretario General de Aceiteros, Pablo Reguera, comentó detalles del encuentro y del reclamo que plantearon respecto de las retenciones que tiene la industria, donde las políticas de estado no están favoreciendo en nada a estos sectores, y consecuentemente, no les es conveniente la producción, sino que conviene más vender el producto como materia prima, lo que pone en juego las fuentes de trabajo: “Las pymes están muy preocupadas porque procesan muy poco, tienen cinco o seis trabajadores y las retenciones que están teniendo y lo que tienen que tributar, hacen que se les haga casi imposible seguir trabajando de esa manera”, sostuvo.
Le piden al Gobierno de la Nación que les de alguna tregua para seguir trabajando y produciendo ya que de otra manera las inversiones en industrias pueden ser cada vez menos y se corre el riesgo de que se pierdan puestos de trabajo, como fue el caso de la empresa Buyatti, que cerró sus puertas, con posibilidades de reabrir pasando a otra firma importante del cordón industrial en abril.
Refiriéndose a las respuestas que dio el primer mandatario, Reguera expresó: “Dice que el país está en un contexto donde preocupa mucho la situación económica y que está golpeando las puertas de todos los países del mundo para ver que puede meter de Argentina para vender”. Y enfatizó: “Queda claro es que es mucho más lo que compramos que lo que podemos vender”.
En consecuencia, desde el gobierno sostienen que es materia de análisis lo planteadi y abren una puerta de diálogo, hasta el momento sin una respuesta concreta, afirman que son años difíciles y que “hay que aguantar”, lo que sigue dejando insatisfechos a todos los sectores.
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