Detuvieron este martes en Timbúes al financista rosarino Luis Herrera y sus hijos Diego e Ignacio. Están investigados por una presunta estafa contra decenas de inversores, cuyos ahorros se esfumaron durante el año 2021.
La detención se dio por disposición de la Unidad de Delitos Económicos y Complejos del Ministerio Público Fiscal en una vivienda de fin de semana y estuvo a cargo de la División Inteligencia de la Agencia de Investigación Criminal.
La audiencia imputativa todavía no tiene fecha, pero se presume que será en los próximos días. La justicia resolverá si queda detenido o si continúa el proceso judicial en libertad, al igual que sus hijos. Están señalados por estafas, administración fraudulenta y lavado de activos.
La investigación
Luis Herrera es el titular de la agencia Fernández Soljan, fundada por su suegro Paulino Fernández Soljan, pero en paralelo tenía una mesa de dinero en la que invertían desde grandes productores agropecuarios hasta trabajadores y jubilados.
Sus clientes solían invertir su dinero en esa mesa por la promesa de Herrera de colocarlo en el mercado de Chicago. Pero esos inversores nunca recuperaron su dinero y en 2021 empezaron a llover denuncias penales contra Herrera. Desde entonces, la Unidad de Delitos Económicos del MPA lo investiga por estafas.
Al parecer Herrera aprovechó la buena imagen que irradiaba en la city rosarina. De hecho, fue dos veces presidente de Rofex, aunque en septiembre del año pasado tuvo que renunciar cuando se desempeñaba allí mismo como tesorero y un día después la Comisión Nacional de Valores (CNV) suspendió las actividades de la agencia Fernández Soljan. Y su situación comenzó a complicarse.
A finales de 2021 se presentó en convocatoria de acreedores y dijo que tenía 36 acreedores por u$s 7 millones. La solicitud fue rechazada tanto en primera como en segunda instancia, lo que expone al financista en el frente civil y comercial, donde tanto la Afip como particulares están pidiendo juicios ejecutivos para rematar parte de su patrimonio.
Desde entonces, las denuncias contra el financista comenzaron a acumularse. Mientras tanto, ninguno de sus clientes pudo recuperar sus ahorros. Su situación judicial se complicó visiblemente y desde hace un par de meses era un secreto a voces que finalmente la Unidad de Delitos Económicos pediría su detención.
En su momento, en una audiencia que se realizó con la presencia de Herrera, la Fiscalía y los querellantes, el financista negó haber manejado una mesa de dinero. En ese acto también habían estado presentes sus hijos Diego e Ignacio.
Con datos de La Capital