El informe del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, dirigido por La Casa del Encuentro, puso de manifiesto que la violencia de género sigue cobrando vidas en el país. A medida que nos acercamos a un nuevo 3 de junio, fecha en la que se conmemora el movimiento Ni Una Menos, el llamado a la acción se vuelve cada vez más urgente. Mujeres y disidencias salen a las calles exigiendo políticas públicas que garanticen su derecho a vivir sin miedo.

El informe revela que, entre el 1° de enero y el 31 de mayo de 2024, se registraron 114 femicidios y femicidios vinculados de mujeres y niñas, 3 lesbicidios, 1 trans-travesticidio y 9 femicidios vinculados de varones adultos y niños. Estas cifras impactantes dejan al descubierto la magnitud del problema de la violencia de género en Argentina.

Uno de los datos más preocupantes es que 124 infancias perdieron a sus madres a causa de femicidios, con el 63% de los menores afectados siendo menores de edad. Además, el 56% de los agresores eran parejas o ex parejas de las víctimas.

El hogar sigue siendo el lugar más inseguro para muchas mujeres que sufren violencia, siendo el escenario de un 58% de los femicidios registrados. A pesar de que la violencia de género se extiende por todo el territorio nacional, Buenos Aires sigue liderando en número de casos, seguida por Santa Fe, Chaco y Ciudad de Buenos Aires.

El informe también revela que, a pesar de las denuncias realizadas, muchas mujeres no reciben la protección necesaria, y que incluso algunos de los femicidas pertenecen a fuerzas de seguridad. Esta situación pone de manifiesto la urgencia de implementar políticas públicas efectivas para prevenir y abordar la violencia de género en el país.

En este contexto, desde La Casa del Encuentro se hace un llamado a un Estado activo que atienda las necesidades de las mujeres y diversidades, y que trabaje en pos de la igualdad y la equidad para prevenir todo tipo de violencia.

El camino hacia la erradicación de la violencia de género en Argentina requiere un compromiso real y acciones concretas por parte de las autoridades. Cada femicidio es una vida perdida y una historia truncada, y cada número detrás de estas estadísticas nos recuerda que hay mucho por hacer para proteger a las mujeres y disidencias en nuestro país.