Vangeliya Pandeva Gushterova, conocida mundialmente como Baba Vanga, fue una figura enigmática cuyas predicciones sobre el futuro continúan cautivando a miles de personas. Nacida en Bulgaria en 1911 y fallecida en 1996, Baba Vanga fue famosa por sus presuntas habilidades proféticas, lo que le valió el sobrenombre de la “Nostradamus de los Balcanes”. Entre sus visiones, algunas de las más inquietantes incluyen una predicción para 2025, en la que la humanidad comenzaría a enfrentar su fin debido a un conflicto en Europa que devastará el continente.
Según sus seguidores, Baba Vanga advirtió que este conflicto, que aún no fue detallado, sería el catalizador de una serie de eventos que marcarían el principio del fin para la humanidad. Esta predicción se alinea con otras visiones que la mística había realizado, como el vaticinio sobre los ataques del 11 de septiembre de 2001, cuando mencionó un ataque por parte de “hermanos americanos” y “pájaros de acero”, que muchos interpretaron como una referencia a los aviones que atacaron las Torres Gemelas. A lo largo de los años, otras predicciones atribuidas a Baba Vanga, como el tsunami de 2004 en el Océano Índico, fueron igualmente impactantes por su aparente precisión.
Baba Vanga también habló sobre otros eventos catastróficos, como el cambio climático y una serie de desastres naturales, incluyendo terremotos, erupciones volcánicas y fenómenos climáticos extremos que marcarían el futuro del planeta.
De acuerdo con sus profecías, 2025 no será el único año crítico; sus seguidores también creen que en los años venideros, la humanidad enfrentará una serie de desafíos y avances sorprendentes. En 2028, según Vanga, los humanos comenzarán a explorar Venus como una fuente de energía, mientras que en 2033 los casquetes polares se derretirán, elevando el nivel del mar a niveles drásticos.
Más allá de los eventos desoladores, Baba Vanga también dejó lugar para las sorpresas. Para 2130, predijo el contacto con seres extraterrestres, mientras que en 2170 la humanidad enfrentaría una sequía devastadora. En 3005, la Tierra entraría en guerra con una civilización en Marte, y para el año 3797, los humanos tendrían que abandonar el planeta debido a su incapacidad para seguir habitándolo. Finalmente, para 5079, la mística profetizó que el mundo llegaría a su fin.
Aunque las predicciones de Baba Vanga generan controversia y escepticismo, no cabe duda de que su legado perdura. Su visión sobre el futuro, aunque aterradora, sigue fascinando a miles de personas en todo el mundo, que buscan respuestas sobre lo que nos depara el destino. El interés por sus profecías no muestra signos de desvanecerse, lo que demuestra el eterno deseo de la humanidad de conocer lo desconocido y entender el curso del futuro.