En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, se pone de manifiesto una preocupante tendencia: el tabaquismo se convirtió en una enfermedad pediátrica que afecta a chicos de 12 años. Según especialistas, esta adicción provoca más de ocho millones de muertes al año en todo el mundo, de las cuales más de siete millones son consumidores directos y 1.7 millones son personas no fumadoras expuestas al humo.

Desde 1987,  cada 31 de mayo se conmemora el Día Mundial Sin Tabaco, con el objetivo de concientizar sobre los riesgos para la salud asociados al consumo de tabaco. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos por reducir el número de fumadores, la edad de inicio en el consumo de tabaco disminuyó  significativamente, pasando de los 16 a los 12 años.

La influencia de las redes sociales y la publicidad, así como la venta de cigarrillos electrónicos, han contribuido a fomentar el consumo de tabaco entre los más jóvenes. Las tabacaleras han encontrado nuevas formas de llegar a los niños, a través de publicidades digitales, películas y series que promocionan el consumo de tabaco de forma sutil.

Ante la prohibición de la publicidad de productos tabacaleros, las empresas recurrieron a estrategias más creativas para atraer a una población más vulnerable. La inclusión de mentol en los cigarrillos para suavizar el sabor, así como la colocación de productos en medios de entretenimiento, son algunas de las tácticas utilizadas para incrementar el consumo de tabaco entre los jóvenes.

El cigarrillo electrónico o vapeo también ganó popularidad entre los adolescentes, presentándose como una alternativa “inofensiva” al tabaco tradicional. Sin embargo, estos dispositivos emiten sustancias tóxicas y cancerígenas, lo que mantiene la adicción a la nicotina y perpetúa la epidemia del tabaquismo.

Las tabacaleras demostraron tener una influencia alarmante en la población infantil y adolescente, llegando a sectores cada vez más jóvenes y vulnerables. Es fundamental que se implementen políticas efectivas de prevención y control del tabaquismo, así como el acceso a recursos y profesionales especializados en cesación tabáquica.

El tabaquismo sigue siendo una de las principales amenazas para la salud pública a nivel mundial. Es necesario concientizar a la población sobre los riesgos asociados al consumo de tabaco, así como promover estilos de vida saludables y libres de humo.