En el vasto universo de la fotografía, el 19 de agosto se establece como una fecha emblemática. Este día no solo honra la invención de una técnica revolucionaria, el daguerrotipo, presentada por Louis Daguerre en 1839, sino que también marca un momento importante en el que el conocimiento y la creatividad fotográfica fueron liberados para el uso público. La decisión del gobierno francés de abrir la patente permitió que la fotografía no fuera un privilegio reservado a unos pocos, sino una herramienta accesible para todos.
Louis-Jacques-Mandé Daguerre, nacido en Francia en 1787, es recordado como un pionero cuyo trabajo sentó las bases de lo que conocemos hoy como fotografía. Aunque su nombre brilla con fuerza en la historia, es importante reconocer que su logro fue el resultado de una colaboración y un legado construido sobre los fundamentos establecidos por su colega Joseph Nicéphore Niépce, quien, antes de su fallecimiento en 1833, realizó experimentos que pavimentaron el camino hacia el daguerrotipo. Daguerre perfeccionó estas técnicas, logrando finalmente un método que sorprendió al mundo por su capacidad para capturar la realidad en imágenes permanentes.
La relevancia del daguerrotipo trasciende su técnica; representa un cambio paradigmático en la representación visual. La primera fotografía reconocida, capturada por Daguerre en 1838, retrataba una escena del Boulevard du Temple en París. Este momento marcó el inicio de una nueva era donde las imágenes podían contar historias y documentar realidades de una manera hasta entonces inimaginable. La fuente de la creatividad se encontraba en un espejo, una superficie de plata pulida que capturaba la luz y reflejaba la vida cotidiana.
Desde su invención, la fotografía no solo se expandió en términos técnicos, sino que evolucionó culturalmente, dando lugar a nuevos lenguajes visuales, como el cine. El impacto que tuvo en nuestra forma de ver el mundo es incuestionable. En este contexto, el Día Internacional de la Fotografía se convierte en una celebración que trasciende la técnica y se adentra en el ámbito emocional y social de la imagen. Es un recordatorio del poder que tienen las fotos para contar historias, evocar emociones y preservar momentos en el tiempo.
Aproximadamente 170 años después de la liberación de la patente del daguerrotipo, el fotógrafo australiano Korske Ara propuso la idea de establecer el 19 de agosto como el Día Internacional de la Fotografía. Desde entonces, miles de fotógrafos y entusiastas de todo el mundo se unieron a esta celebración a través de las redes sociales, usando el hashtag #WorldPhotographyDay para compartir su visión del mundo.
En Latinoamérica, y en Argentina, el 21 de septiembre se celebra el Día del Fotógrafo y la Fotógrafa, conmemorando la llegada del daguerrotipo a la región.
El Día Internacional de la Fotografía nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre el impacto de las imágenes en nuestras vidas. A través de la fotografía, somos capaces de narrar historias, documentar realidades y plasmar sueños. Esta celebración no solo respeta la tradición, sino que también nos invita a explorar nuevas formas de expresión y a conectar con personas de todo el mundo.
En cada disparo, en cada imagen, se encuentra una parte de la historia de la humanidad, y cada uno de nosotros tenemos la capacidad de contribuir a ella, sin importar nuestras habilidades técnicas.