En un día como hoy de 2005, el escritor nacido en Serodino Juan José Saer dejó este mundo por un cancer de pulmón. La localidad despertó en su literatura hace unos años, y un grupo de vecinos conformaron Zona Saer. Ahora, desde la comuna local apuestan a proyectos que lo involucren y destaque: Se proyecta un pasaje, y a convertir en una sitio cultural la casa de su infancia a través del Ministerio de Culltura provincial.
Marcelo Pafundi, hoy secretario de Gobierno de Serodino, evaluó los pasos que realizaron para destacar al escritor: “ “Habíamos conformado un grupo Zona Saer y tenía un fin que casi en el cien por cien se cumplió: trabajar con las escuelas, la biblioteca. Instalar semejante figura literaria en un pueblo que paradójicamente lo vio nacer, pero que conocía poco y nada, sacando algún lector culto, algún docente que lo reconocía, el resto de los serodinenses desconocían a Juan José Saer”.
A partir de este trabajo de concientización se abrieron cabezas, entendimientos y proyectos como refleja Pafundi: “En general hemos tenido eco también en la provincia, el año Saer (determinado por el ministerio de Cultura) que fue muy fructífero. Serodino ha quedado como el pueblo de referencia, el punto de partida de Juan José, el Turco como le decían los paisanos por su ascendencia”.
Además del trabajo en las escuelas, se proyectan otros hitos para que lo mantengan presente. Por un lado, detalla el Secretario de gobierno: “Con Drovetta proyectamos hacer un pasaje en su honor, en cercanías de la biblioteca Manuel Belgrano. Creo que se lo debemos como serodinenses a un escritor de la talla de Saer. Porque no cualquier pueblo tiene una figura como él. Para la región en muy importante”.
La otra meta simbólica es la compra y puesta en valor de la casa donde pasó sus primeros años. Un viejo almacén de ramos generales, según explicó el jefe comunal, Juan Pio Drovetta: “Sería un lugar en donde hasta puede converger la biblioteca y todo lo que tenga que ver con la cultura de Serodino. Sin ninguna duda, va a ser así, si se logra”.
En el aniversario de su deceso, a menos de una década, el literato hecha raices concretas y simbólicas en su tiera natal. Serodino se luce en sus letras, en su pertenencia y sin dudas, él lo hará en la historia local.