Nahuel es un joven de Serodino que este jueves recibió el alta definitiva luego de duros meses luchando contra el cáncer. Tiene 18 años y toda una vida por delante. Sueña con ser policía y en diálogo con IRE, expresó: “Hay que esforzarse para salir adelante”.

Él creció en la provincia de Chaco, donde vivió con su padre hasta el año pasado. Durante mucho tiempo estuvo lejos de su mamá, pero el destino los unió para darse fuerza mutuamente en una terrible lucha que hoy concluyó con final feliz.

Su relación previo a que Nahuel enfermara había sido difícil, por otras cuestiones familiares. Pero en septiembre del año pasado, Sandra —su madre— decidió traerlo a Serodino luego de enterarse en marzo que su hijo había enfermado.

Quería saber qué padecía y acompañarlo. “Tuvimos un mes de idas y vueltas al SAMCo y hospital porque no se sabía qué tenía, hasta que lo derivamos al Granaderos a Caballos y le dijeron que tenía un tumor”, contó a IRE la mamá del joven.

De celebrar la vida se trata, ya que atravesaron meses intensos y difíciles desde que los médicos le detectaron un tumor y le indicaron que debía operarse de urgencia o corría riesgo su vida. “Creo que fue lo peor que pasamos en nuestra vida”, describió.

“Gracias a Dios lo operaron y ahí empezó la lucha. Tuvo sus altibajos y malestares por estar internado mucho tiempo, pero nunca bajamos los brazos, creo que eso fue lo que nos sostuvo”, aseguró.

También destacó el apoyo de todos los familiares. “Eso nos recobró fuerzas para seguir”, manifestó Sandra, a la vez que resaltó la predisposición de la Comuna y el SAMCo de Serodino, desde donde siempre se le brindó la ambulancia y acompañamiento, como así también al personal del Hospital Víctor J. Vilela.

“Eran cuatro años de tratamiento. Yo creo que Dios hizo un milagro y escuchó nuestras oraciones. Hoy logramos que él esté bien y le dieran el alta. Es una nueva oportunidad”, celebró la vecina.

Nahuel, por su parte, expresó: “Estoy contento por la última quimio, lo que me queda es control nada más. Me aferré a querer seguir adelante, querer estudiar y trabajar. Me gustaría ser policía, siempre me gustó y desde chico lo tenía planeado”.

Por el momento, el joven se quedará en la región, más precisamente en Serodino junto con su madre. Respecto a las personas que se encuentran en su misma situación, transmitió: “Todo a su tiempo. Hay que esforzarse por seguir adelante y se van a recuperar”.

En ese sentido contó que varios de sus compañeros en el hospital lograron recuperarse también, lo que además le ayudó y motivó a luchar más todavía. “Me dio más fuerzas para seguir adelante”, deslizó.

“Como mamá me siento orgullosa de él y de poder ayudarlo, me llena de alegría. Hubo altibajos, pero siempre voy a tratar de ayudarlo todo el tiempo que sea necesario. No era fácil para mí, porque me sentía sola y tengo a toda mi familia lejos, pero tenía que poder, porque lo amo y si lo tengo que volver a hacer lo haría”, finalizó su mamá.