Mamá de tres hijos, abuela, bisabuela. Comprometida, siempre atenta a las necesidades del otro. Entró al hospital como cocinera pero su carisma y trabajo arduo la posicionaron en todos los deberes. Nélida Ángela Carnovalli, conocida por Chocha, tendrá a veinte años de su deceso un paseo en honor a las mujeres, que la homenajeará particularmente.
El proyecto se lleva adelante desde el año pasado, es una inciativa que propuso la anterior gobernación, pero que encontró su momento este 8 de marzo en el día internacional de la mujer. Consistió en buscar nombres de referentes territoriales, que hayan marcado la historia. Así apareció Chocha y generó lindos y nostalgicos recuerdos entre los vecinos.
Mónica Treni es su nieta, aunque ella la llama mamá. En diálogo con IRE la recordó cómo ejercía su profesión: “Con el médico eran muy compañeros, había poco personal trabajando entonces. Como era hospital tenían hasta gente internada. Su puesto era de cocinera, pero ella lo acompañaba a operar, a limpiar, a todo lo que hiciera falta”. Y fue así como también se convirtió en partera: “En los nacimientos ella le ayudaba al médico, a muchos chicos del año 40 y 50 nacieron en manos de mi mamá. De la zona, no solo de Serodino”.
Y dentro de las misiones que le tocó, fue recibir a Mónica: “Yo nací en mi casa, ella me recibió en sus brazos. El médico no llegaba y ella fue quien asistió a su hija”. Y siguió: “Ella me crió, vivimos 40 años de felicidad. Primero me cuidó ella a mi, y después la cuidé yo a ella. Si bien era mi abuela, yo le dije toda la vida mamá. Para mi fue mi mamá”.
Asimismo, también la compañó en su misión de madre: “También me ayudó a cuidar mis dos hijos Mariano e Ivana, soy podóloga y los cuidaba cuando trabajaba. Tienen los mejores recuerdos de su tata”.
Además del seno familiar, la sociedad encontró en Chocha una compañera para las necesidades, siempre lista para dar una mano: “Era una mujer muy solidaria. Siempre participaba en los eventos de la iglesia, el club, la escuela y otras instituciones, siempre la venían a buscar para las actividades de la comunidad”, recordó con cariño Mónica.
Entre las anécdotas puntualizó: “Con un señor Cámpora hacian ravioles caseros para casamientos, nunca le faltaron las ganas. Era un mujer incansable”. Luego, se jubiló de sus funciones y aún así la seguían convocando.
Haciendo un reconto de lo vivido, su nieta confesó: “Ella se aggiornó a la fuerza, a través de lo que le tocaba vivir, con sus hijos, con sus nietos. Con su trabajo, con la ayuda en las actividades que hacíamos, era una persona muy comprometida. Muy de palabra”.
Nélida murió en 1999, cuando tenía 87, luego de luchar por varios años con una enfermedad. Querida y recordada, de un trabajo silencioso pero trascendental, tendrá su homenaje popular. Hoy a las 19 horas quedará inaugurado el Paseo de la Mujer en Serodino y su nombre tendrá una especial mención.
Con historias así, de mucha entrega y compromiso, se forjan las comunidades. Y siempre, valen la pena contarlas.