Con el objetivo de que la estación de trenes de Serodino vuelva a lucirse, un grupo de jóvenes se unieron, pusieron manos a la obra y desde hace un año no cesan de trabajar. Dedicando varias horas cada día, lograron acondicionar varios sectores y la comuna también aportó lo suyo. Hoy el lugar tiene otro brillo y aguardan ansiosos que la unidad de pasajeros vuelva a frenar.

En diálogo con IRE, el vecino y gestor de la iniciativa, Heber Villarreal, sintetizó: “Ya hace un año que estamos en la movida, en esta linda lucha, es increíble. Estamos haciendo todo lo posible para que el tren vuelva a parar”.

A la incipiente movida se fueron sumando diferentes actores para facilitar herramientas de trabajo y en su tiempo libre, varios amigos se proponen mejorar este espacio común, con un amor particular tanto a la estación como al tren.

Las tareas se concentraron, sobre todo, en la zona del andén. Allí se apostaron para desmalezar, hacer jardinería, sumar canaletas y por supuesto, darle color. Luego, la comuna ayudó a embellecer el sector con el paseo del Molino, diferentes interpretaciones artísticas, el jardín frutal entre otras propuestas que ayudan a que el espacio sea más agradable.

“Le agradecemos al presidente Juan Pío Drovetta que siempre nos da una mano y ayuda. En unos días se va a inaugurar el piso de la galería y un par de luces que faltan. Siempre tiramos todos para el mismo lado y eso es bueno”, destacó Villarreal.

El resultado de los esfuerzos están a la vista, pero aún está pendiente la gestión con Trenes Argentinos de pasajeros para que el sueño cobre vida y finalmente la unidad frene en el pueblo como supo hacerlo muchos años atrás.

“Hablamos con un representante y nos dijo que tenemos todo a favor, que sigamos. Estamos juntando firmas con todos los pueblos aledaños, pero nos llevará algo más de tiempo. Vamos a seguir trabajando como siempre”, afirmó el vecino.

La estación sería la parada intermedia entre Rosario Norte y la ciudad de Gávez, en el marco de un trayecto de alrededor de 1250 kilómetros que unen a Buenos Aires con Tucumán. Por la localidad, el tren pasa cuatro veces, dos hacia el norte (miércoles y sábados) y otras dos hacia el sur (domingos y miércoles).

“Estamos en una parte muy buena” aseguró Heber que sueña, junto a una gran cantidad de vecinos, que el tren vuelva a ser una opción alternativa para viajar y disfrutar a través de las vías. “El tren es una gran oportunidad y también una necesidad de mucha gente”, finalizó.