Distintas fuerzas de seguridad llevaron adelante este miércoles un operativo conjunto en la zona rural de Desvío Arijón, donde secuestraron animales silvestres en el marco de una investigación realizada tras reiteradas denuncias que señalaban el mal estado del lugar y de los animales alojados. Un tenso episodio se vivió cuando el titular del lugar amenazó con quitarse la vida si se llevaban los animales, pero un mediador logró calmar la situación. En el medio, un importante grupo de vecinos se manifestó a favor del hombre.
Ocurrió en un camino rural ubicado a 300 kilómetros de la Ruta Nacional 11, a la altura del kilómetro 463. Allí, las fuerzas de seguridad procedieron a allanar el sitio y llevar a la Granja La Esmeralda de Santa Fe la mayoría de los ejemplares allí implantados
Cuando esto ocurría, el titular del lugar, identificado como Eduardo H., extrajo un arma de fuego y se la puso en la sien al grito de “no puedo vivir más si hacen esto, no puedo seguir así”. Ante esto, interviene un mediador de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) que dialogó con el propietario y logró que deponga su actitud.
Acto seguido lo llevaron en ambulancia al Hospital de la ciudad de Coronda, donde fue asistido. Por el mencionado incidente, se le formó una causa por tenencia indebida de armas de fuego y resistencia a la autoridad.
Se trata de una investigación a cargo del fiscal Marcelo Nessier, quien tomó intervención luego de reiteradas denuncias que señalaban el mal estado del lugar y de los animales alojados en el predio.
En el procedimiento conjunto participó personal de la División de Delitos Ambientales de la Agencia de Investigación Criminal de la Policía, de la Tropa de Operaciones Especiales, de la Unidad Regional XV, y de la Dirección General de Manejo Sustentable de Fauna del Ministerio de Medio Ambiente de la Provincia.
Durante el operativo, unos 150 vecinos se acercaron para manifestar su apoyo al dueño de la “reserva”, por considerar loable y bien intencionada su tarea de rescatar animales e incluso se quedaron montando guardia durante varias horas para tratar de que el lugar no sea vaciado totalmente y que a su dueño lo liberen de cualquier situación judicial.
Qué animales había en el predio
Se avistaron gatos monteses, un puma, un aguará guazú, cabras, carpinchos con sarna, al menos un zorro, nutrias, dos lobitos de río, y especies de aves como patos, caburés, ñandúes, pavos reales y caranchos, la mayoría con sus alas cortadas, en algunos casos hasta quebradas.
Al tratarse de animales que son autóctonos, protegidos por ley nacional y provincial, las fuerzas llegaron a ver en qué condiciones se encontraban para posteriormente llevarlos a la Granja La Esmeralda, por orden del fiscal Marcelo Nessier.
Al respecto, el comisario supervisor de la División de Delitos Ambientales de la AIC, Diego Centurión, enfatizó que “el lugar habitual de residencia de estas especies es la naturaleza” y alguien podría tenerlos “si estuviera autorizado por el Ministerio de Medio Ambiente para poder acopiar animales y ver la situación de ellos”.
Resultado del operativo
De acuerdo al informe “faltan cuidados” y los animales no están en las mejores condiciones, por lo que se trasladaron para ser chequeados. En el informe también señalaron que se secuestraron armas de fuego y destacaron la situación atípica y dramática que se vivió con la persona a cargo del lugar.
Asimismo, el director general de Manejo Sustentable de Fauna, Pablo Siroski, comentó que es la segunda visita que realizan al lugar por diferentes tipos de denuncias. “Aquí se cobraba entrada para estar en contacto con animales silvestres, algunos con estados lamentables, totalmente descuidados”, aseguró.
También explicó que los animales “no están en condiciones, se encuentran enfermos, con serios casos de desnutrición, cuadros respiratorios muy graves, mucha suciedad en las jaulas, casi abandonadas y poca posibilidad de supervivencia”.
Puntualmente detalló: “Hay algunos animales como el aguará guazú, que es monumento provincial que no puede estar en cautiverio, otras especies que deben justificarse su origen, y en estas condiciones es imposible. Tampoco hay un veterinario fijo que es uno de los requisitos más importantes para la aprobación”.
Asimismo habló de un puma que se encontró en un mal estado “lastimado, con un cuadro respiratorio gravísimo, desnutrido, con huesos tirados de hace mucho tiempo, con materia fecal”.
Y explicó: “Encontramos animales muy implantados. No podrían ser liberados en ambientes naturales, pero podríamos llevarlos a reservas que puedan recibir a algunos con cierto grado de impronta”. Por último, dijo que el lugar “no puede seguir abierto en estas condiciones”.
Con datos de El Litoral