El pasado viernes la Comuna de Ricardone resolvió blindar el pueblo y no permitir el ingreso a trabajadores que prestan servicios relacionados a la construcción. La medida inmediatamente provocó quejas y este lunes las autoridades dieron marcha atrás.
Atentos al ascenso de la curva de contagios en la provincia, las autoridades comunales suspendieron desde este viernes los encuentros familiares y afectivos en la localidad, a fin de evitar la propagación de casos de coronavirus.
Pero además, se había restringido el ingreso de “albañiles, plomeros, gasistas y demás prestadores de servicio relacionados con la construcción, que no tengan domicilio en Ricardone”.
Esto provocó quejas de muchos trabajadores que arriban desde otras localidades por cuestiones laborales, por lo que las autoridades resolvieron dar marcha atrás con esta medida y volver a permitir el acceso de estos trabajadores.