En miras a las fiestas de Navidad y Año Nuevo, las distintas comunas de la región reiteraron la vigencia de la ordenanza que prohíbe el uso de la pirotecnia, pensando en aquellas personas a las que los estruendos les hacen daño y para proteger a los animales.

Una de las primeras localidades en sancionar una ordenanza de pirotecnia cero fue Barrancas, en donde se viene cumpliendo desde 2016, mientras que en Díaz está prohibida desde 2014, a través del código de faltas local.

Con este precedente, otras comunas fueron sumándose a la idea de que los festejos se desarrollen de otra manera, por respeto a niños, adultos mayores, personas con trastorno del espectro autista y animales que padecen los estruendos.

El año pasado, la Comuna de Oliveros determinó la sanción y regulación de la pirotecnia, luego de que la agrupación Mascotas Oliveros impulsó la iniciativa y más de 800 vecinos la avalaron plasmando su firma.

En esa misma sintonía, Puerto Gaboto, Maciel, Monje, Pueblo Andino y Serodino recordaron a la comunidad la vigencia de la ordenanza que regular el uso, venta y distribución en su distrito.