Las farmacias del interior del país estan en alerta. En medio de la compleja situación económica deben abonar los medicamentos a las droguerías a una semana pero cobran esos insumos con quita y a 90 días. Piden que se renegocien los convenios con las obras sociales para “dejar de financiar el sistema”. En paralelo y para sobrevivir comenzaron a “vender con cupos”. 

En diálogo con IRE, Gabriela Moretti, farmaceutica de Serodino explicó: “Nosotros somos actores del sistema de salud, estamos muy preocupados porque en este momento se está haciendo muy difícil sostener la provisión del medicamento para el afiliado de una obra social”.

El complejo contexto no se ajusta a una obra social sino a todas, ya que “los convenios que se firmaron quedaron desactualizados. Se están cobrando a 45, 60 o 90 días entonces la farmacia está financiando a la obra social. Pero además, este dinero lo cobramos con una quita por un concepto de bonificación. Pero a esto tenemos que agregarle que le pagamos a la drogería, las que nos proveen los medicamentos, a 7, 14 y 21 días como máximo, el que tiene una mejor condición”, detalló la farmaceutica y reconoció: “Es imposible sostenerlo”.

La realidad de las farmacias del interior es similar enfatizó Moretti: “Estamos en un contexto muy difícil y es preocupante porque ya hay farmacias que aseguran no poder reponer los medicamentos”. 

En consecuencia los profesionales se comenzaron a agrupar para exigirle a los organismos que los representan que intercedan para buscar soluciones: “Estoy hablando en representación de farmacéuticos autoconvocados de la provincia de Santa Fe, a los que nos unió el espanto. Pertenezco al Colegio de Farmacéuticos de Segunda Circunscripción, estamos tratando de que las entidades que nos representan se sienten en una mesa de negociación a tratar con las obras sociales estas bonificaciones, suprimir estas quitas, renegociar el convenio, renegociar los plazos para poder sostener este sistema”.

En paralelo, y todavía sin respuestas más allá de una enorme cantidad de cartas y pedidor formales, muchas farmacias comenzaron a vender con cupos y cada una “de acuerdo a su realidad están tratando de atender las recetas que puede”.