Ante la incertidumbre reinante, distintos rubros tomaron como medida incrementar los precios hasta que se estabilice la corrida cambiaria. En el caso de los molinos, debido al impacto que tuvo en el trigo la escalada del dólar, se estima que la bolsa de harina aumentará aproximadamente un 15%. Y en consecuencia lo harán sus derivados.

En diálogo con IRE, el productor de planificaciones Gustavo Masa, sostuvo: “El productor de trigo no va a venderlo más barato en Argentina cuando afuera se lo compran a un mejor precio. Para poder competir, el molino tiene que pagar lo mismo que pagan afuera”. 

El dueño de las panaderías regionales Santa Isabel, avanzó: “Está totalmente dolarizado, la suba del dólar se va a trasladar directamente a la suba de las harinas, ya que no están subsidiadas”. En ese sentido, agregó que esperan que el mercado fije un precio para tener claridad acerca de cuánto vale el trigo internacionalmente, para que las especulaciones “no vayan más allá de lo que es el precio en sí”.

Hoy, los precios del pan varia, dependiendo también del tipo de harina que se utilice y cree que en el mercado costará entre 80, 90 100, y un máximo de 120 pesos. “Nadie lo va a llevar más alto que eso”, aseguró el productor. Por su parte, la panaderia regional mantendría el precio del kilo en 60 pesos.

Por otra parte, desde el Molino Cabanellas de Maciel, el jefe Daniel Gaggiottini manifestó: “Nosotros estamos produciendo, los compromisos de venta se respetan y se cumplen, se paga y se vende como se venía haciendo hasta la semana pasada. Hoy aún no hay ventas, están frenadas a raíz de que tenemos que ver qué sucede con nuestra materia prima que está en un valor dólar”.

Asimismo aseguran que se tomaron algunas horas para analizar el panorama y poner un precio que no perjudique a nadie, pensando en los principales clientes que venían abasteciendo.