En la Argentina, como en el resto del mundo, el campo suele ser un sector al que generalmente le va bien desde lo económico.

Pero claro, para que el campo funcione y todo marche bien como se ve desde afuera, a simple vista, hay que saber que los productores deben realizar grandes inversiones en lo que a semillas, animales, maquinarias y demás equipamientos se refiere. Y además, puede que el clima o algún otro factor, hagan que las cosas no salgan como uno deseaba y las ganancias sean mínimas o apenas se logren salvas los costos.

 

Alquiler de campos

Como mencionamos anteriormente, aquellas personas que tienen su campo propio, teniendo la posibilidad de explotarlo, van a ser quienes decidan de qué manera hacerlo y a qué apuntarán. Es decir, si priorizarán la siembra de algún cultivo, si darán lugar a las cabezas de ganado o si repartirán sus hectáreas entre ambas opciones.

A su vez, el alquiler de campos cada vez comienza a ser más frecuente. ¿Por qué? Porque quienes alquilen sus tierras tendrán un ingreso seguro de forma mensual, sin tener que correr ningún tipo de riesgo económico. De este modo, quien opte por dar sus campos en alquiler, podrá tener un “sueldo” sin mayores preocupaciones, mientras a su vez puede invertir su tiempo y/o dinero en otra actividad.

Es así que, quienes alquilen sus campos no deberán invertir en maquinarias ni en insumos agropecuarios, contando con una ganancia considerable, que obviamente será menor a si lo trabajara directamente, pero estando desligado y despreocupado de las cuestiones diarias que demanda el mundo del campo.

Por lo tanto, hay que tener en claro que el campo no es para cualquiera. Trabajar la tierra no es solamente tirar unas semillas y esperar a que crezcan y todo sea color de rosas.

Es por eso que, si uno cuenta con la experiencia, el respaldo económico y las ganas de hacerlo, explotar su propio campo será la mejor opción. Sino, alquilarlo también será una buena alternativa, evitándose así algún que otro dolor de cabeza que esta actividad pueda llegar a generar.

 

Maquinarias

Las maquinarias agrícolas son costosas, esto se deben a que, si bien las empresas argentinas que se dedican a la fabricación de las sembradoras son muy buenas, sus costos son elevados debido a que los precios están dolarizados. Argentina es uno de los principales productores del sector agropecuario, y en este rubro también se destaca.

Más allá de eso, hay que destacar que cada vez son más quienes optan por adquirir sembradoras usadas, debido a sus valores. Es que estas maquinarias tienen un muy buen funcionamiento más allá del paso de los años, y siguen teniendo una vida útil muy rentable.

 

Tipos de siembra

Por un lado está la siembra directa, que es una técnica de cultivo que permitirá realizar la labor necesaria sin llevar a cabo ninguna alteración sobre el suelo, siendo muy beneficiosa para la ecología. Este nuevo método, que se ve acompañado por los grandes rendimientos que brindan los dosificadores neumáticos de precisión, hace que todo sea más efectivo.

A su vez, con la siembra tradicional se debe trabajar el suelo primero, levantarse el rastrojo y luego sí realizar la siembra correspondiente. Todo esto requiere un trabajo previo mucho más extenso que la siembra directa, y es por eso que cada vez son más los que se inclinan por las nuevas metodologías.

 

Los costos

Adquirir sembradoras, ya sea de grano fino o de grano grueso, hará que los productores desembolsen una cantidad de dinero considerable.

Las sembradoras usadas han ganado mucho lugar en el mercado, porque sus costos comienzan en los U$S 80.000 aproximadamente y pueden llegar hasta los U$S 200.000, dependiendo del modelo y demás cuestiones. Pero, así y todo, están muy por debajo de los U$S 300.000 y U$S 400.000 que requiere comprar una sembradora nueva.

Con estos valores, queda claro que se está en presencia de herramientas de trabajo que requieren inversiones de grandes dimensiones, más allá de que sus rendimientos harán que tanto esfuerzo valga la pena.