Un trágico accidente ocurrido en Timbúes enlutó a toda la región este domingo por la mañana, cuando un conductor alcoholizado chocó contra una garita de colectivos sobre Ruta 11 y España. Producto del impacto, murieron Maxi y Estefi, dos hermanos de Arocena, de 17 y 19 años. También debieron ser hospitalizados con distintas lesiones dos de sus tres hermanitos, que aguardaban el colectivo junto a ellos. Este martes es la audiencia imputativa contra el conductor de 29 años, de nacionalidad venezolana y domiciliado en Oliveros.

Las palabras sobran en un contexto de profundo dolor. La región abraza y se solidariza con la familia de las víctimas, que atraviesa un terrible momento. José Ruiz es papá de los cinco chicos que aguardaban en la parada de micros, cuando un auto Ford Fiesta que transitaba por la traza nacional se estrelló contra la estructura, cobrándose la vida de los dos adolescentes. Hoy, en medio de horas difíciles, el hombre aceptó conversar con IRE.

El padre contó que los chicos habían aprovechado el finde largo y viajaron a Timbúes, donde asistieron a un bautismo y se reunieron con familiares. “Estaban muy felices. Eran chicos buenos y amables, generosos y respetuosos. Siempre ayudaban. Lamentablemente hoy no los tenemos”, expresó José.

Él jugaba en la reserva de Arocena y ayudaba a los infantiles. Sus cercanos destacan el amor que el joven tenía por el club, por el que siempre aportaba su granito de arena. Ella también era jugadora en el plantel femenino, entrenada por su papá. Pese a los distintos revés, la adolescente siempre le ponía garra y alentaba a sus compañeras, en sus últimos minutos, empujó a su hermanita para salvarle la vida. Su día a día estaba atravesado por el deporte y la escuela.

La terrible noticia sorprendió al papá momentos antes de las 8. Contó que su esposa se fue a trabajar y al rato, una vecina le contó que los hijos habían tenido un accidente. Estefi ansiaba volver porque tenía un evento y Maxi debía jugar un partido. Las emociones lo invadieron y se topó con lo peor. Pese a ser trasladados de urgencia, los jóvenes perdieron la vida.

“Destrozó a una familia. Destrozó la vida de dos seres que no le hacían mal a nadie. Por lo que me enteré él —el conductor que hoy será imputado—ya tuvo un accidente antes. No sé dónde está la justicia, esperaron a que pase esto, sigue matando y destruyendo familias. Arocena está destruido, mi familia, mi esposa. Todos”, expresó profundamente conmocionado y resaltó: “Queremos que se haga justicia”, 

El dolor no tiene consuelo y mientras pasan las horas más se nota la ausencia de los jóvenes. Este domingo, la comunidad se organizó para acompañar a la familia en el pedido de justicia. “Nada te llena el vacío y el dolor. Estoy agradecido con el pueblo de Arocena y con el intendente que se movilizó, pero necesitamos que se haga justicia por mis hijos y para que no pase más. Se llevaron a dos criaturas”, finalizó José.