Ganó la inclusión y el aprendizaje fue compartido. Bomberos regionales acudieron a una propuesta de Zapadores en San Lorenzo que convocó a varias instituciones de personas con discapacidad. La actividad tiene de trasfondo un cambio de paradigma: “Antes se hablaba de sacar a la víctima de la emergencia, ahora de contenerla”. 

La jornada se llevó a cabo el miércoles y contó con la participación de bomberos zapadores de San Lorenzo, Rosario, Santa Fe y Rafaela. Además, de bomberos voluntarios de Oliveros, Serodino, Pueblo Andino, San Lorenzo, Fray Luis Beltrán y Capitán Bermúmez. También estuvo el comando radioeléctrico, personal de salud y SITRAM, sumado a cuatro instituciones con alrededor de 80 personas con distintas discapacidades.

El jefe del cuerpo activo de bomberos voluntarios de Oliveros e integrante de zapadores de San Lorenzo, Esteban Jiménez diálogo con IRÉ, y comentó acerca de la jornada de capacitación: “La idea surgió hace tiempo atrás, donde se vienen haciendo capacitaciones de los bomberos zapadores de San Lorenzo, en lo que es salud mental y emergencia”.

Luego, detalló: “Se dieron dos encuentros teóricos en la localidad de San Lorenzo, donde fuimos invitados y participamos todos los cuarteles de la zona. Ahora, se le dio un cierre con una capacitación donde pudimos interactuar con los chicos de diferentes lugares, escuelas y casas de la región, que tienen diferentes capacidades”.

En el marco del aprendizaje, el jefe reconoció: “Para nosotros como bomberos, la capacitación es interactuar con ellos e incluirlos. La idea fue ver sus reacciones, como se comportaban y si podíamos hacerlos interactuar con nosotros. La premisa era que pudiéramos llegar a jugar con los chicos y pasar un buen momento, donde ellos se diviertieran y poder mostrales lo que hacemos los equipos de bomberos”.

Y el resultado fue más que satisfactorio: “En resumen final pudimos ver que lo logramos y que los chicos se súper engancharon e hicieron cosas que uno puede pensar que son imposibles a simple vista, como por ejemplo, chicos en sillas de ruedas pasando por la tirolesa. Cuando hablamos de inclusión, es esto. Estaban todos con alegría, ver la carita de felicidad de los chicos que estuvieron era impagable. La cara de felicidad de ellos son las cosas que llenan el corazón y nos empujan a seguir en estas actividades. Nosotros nunca habíamos hecho algo así”. 

Pero, además de la hermosa experiencia compartida hay un planteamiento distinto en el abordaje de la emergencia: “Hoy nos damos cuenta de que tenemos que tener una preparación extra para contener a la víctima una vez que la retiramos del lugar de peligro”.

Todavía con la sensación de satisfacción de lo compartido, Jimenez reconoció: “Estamos programando un nuevo encuentro en la zona, quizas sea en Serodino u Oliveros, ya que lo creemos muy importante y está bueno darle este lugar a las personas que tal vez no pueden acceder muy fácilmente a otras convocatorias que hacemos los cuerteles”.