Este fin de semana, volvieron a intensificarse los incendios en la zona de humedales de nuestra región. En los pueblos, el panorama estuvo configurado por el humo, mientras que en las islas, las postales fueron de flora y fauna arrasada por las llamas. Pese a los esfuerzos del Estado, prevén que la situación sea más compleja en los próximos meses.
Desde principio de año, el río Paraná padece una histórica bajante que afecta a todos sus afluentes. A esta dura condición hidrológica, se le suma que las precipitaciones son escasas, favoreciendo así, a una rápida expansión de las llamas. De todos modos, el principal problema es que los focos “son intencionales”, afirman desde Parques Nacionales.
“Sin dudas son intencionales. Tradicionalmente se inician con fines productivos, pero la situación -climática e hidrológica- lleva a que sean incontrolables”, manifestó en diálogo con IRE el intendente de Parques Nacionales de las islas Delta y Pre Delta, Brian Ferrero.
Para combatir los incendios, ya se emplazaron tres faros de conservación: en Rosario, Diamante y Puerto Gaboto, en donde desde hace más de un mes, se instalaron brigadistas y guardaparques para llevar adelante los operativos de vigilancia. Además, en los últimos días, el servicio nacional de manejo de fuego incorporó a más brigadistas en la zona.
“Se ponen muchos recursos para combatir los incendios”, destacó Ferrero, señalando que se destinaron aviones hidrantes y de vigilancia, helicópteros, lanchas y una gran cantidad de agentes. Pero advirtió también, que “se hace muy difícil dar a basto ante la crítica situación”, apelando a la responsabilidad ciudadana y solicitando “que no se prendan más focos”.
En medio de la compleja situación, grupos del área ambiental que se manifiestan contra el ecocidio, plantearon que los focos se generan a diario en horarios y lugares similares. Ante la consulta, el intendente de Parques sostuvo: “Es algo que circula, pero no lo tenemos relevado para constatar eso”.
No obstante, planteó que “donde están los faros hay más incendios” y señaló que “hay una hipótesis de que podría tener que ver con afectar a las agencias que están tratando de cuidar al Delta”.
Por otra parte, Ferraro indicó que el satélite que lleva el registro de los focos se encuentra en funcionamiento desde 2012 y enfatizó que “es exponencial la cantidad de incendios registrados este año”. Una situación similar se dio en 2008, aunque con menos gravedad, de acuerdo indicó el funcionario.
Si bien, luego de las lluvias, hubo al menos una semana donde no se detectaron focos ígneos, estos últimos días volvieron a estar vigentes. “No es mucho lo que podemos hacer si siguen incendiando. Hay que poner el acento en la responsabilidad de la gente”, expresó.
En miras a los próximos meses el panorama también es negro: el río Paraná registra la bajante más extraordinaria desde hace 100 años y prevén que las presipitaciones sigan escaseando. “Las condiciones están dadas para que la situación sea muy grave. Con octubre y la llegada del calor, si seguimos a este ritmo, los focos podrían intensificarse”, enfatizó Ferraro.
Por último, afirmó que las postales en la zona de islas son impactantes, con una flora y fauna arrasada que reflejan cuán trágica es la problemática que se enfrenta. “Los incendios son actos delictivos, están penados por Ley. Hacemos todo lo posible desde el Estado, trabajando con isleños para combatirlo, pero si se sigue quemando cualquier esfuerzo es en vano”, concluyó.