Luis Rossini es el abogado defensor de Paola Romero, la mujer policía de la ciudad de Totoras acusada de encubrir a un hombre vinculado con el narcotráfico y la causa de “Los Monos”, su pareja, con quien mantenía una relación desde el año 2012 y que se presentaba ante ella con una identidad falsa. 

El muchacho, de aproximadamente 30 años, había sido detenido el miércoles de la semana anterior por las fuerzas policiales. En un control de rutina, detectaron que el mismo no tenía DNI y, a su vez, el carnet de conducir que presentaba no era un carnet auténtico. Por orden de la Fiscal Benvenuto, de Cañada de Gómez, se le inició una causa por documentación falsa y se detectó que la identidad que indicaba no era la real. La investigación continuó su curso y, de esa forma, llegaron a Paola Romero.

En diálogo con Punto de Noticias de Cañada de Gómez, el letrado manifestó que Romero se había enterado a través de los medios de comunicación que Ramón Delgado, su pareja, no era tal, sino que se trataba en realidad de Peñalva. 

“Ella estaba de novia, o como dicen los chicos ahora, tenía un touch and go con él desde 2012 pero en agosto de este último año habían empezado una relación más íntima por así decirlo donde se veían todas las semanas, pero en el último tiempo comenzaron a verse una vez por semana, aunque se escribían siempre”, señaló el abogado Rossini a ese medio sobre el vínculo que mantenía Romero con el detenido. 

Asimismo, el letrado indicó que su defendida no conocía la vivienda de su pareja situada en la localidad de Salto Grande. “Si tomaban mates, cenaban o almorzaban lo hacían en la casa de ella; cuando iban a su casa ella siempre esperaba en el auto, nunca se bajaba”, indicó y añadió que era propietario de una quesería situada sobre la margen de la Ruta Nacional N°34. “Él buscaba plata ahí y la guardaba en la guantera del auto”, le dijo Romero a Rossini. 

Al consultarle a la mujer si no le parecía sospechoso que él viviera en Salto Grande, Romero contó que él le había dicho una vez que allí “estaba tranquilo”. “Ella me dijo que, con el diario del lunes, se había puesto a pensar que ese “tranquilo” era que alguien del sector político o de la policía le daba tranquilidad para estar allí y no que estaba bien en Salto Grande porque era un pueblo tranquilo”, señaló.

Por otra parte, el abogado cuestionó el procedimiento que se llevó a cabo el pasado sábado en el domicilio de la mujer. “Mi defendida estaba en Rosario en la casa de su hermana y el allanamiento comenzó sin su presencia. A ella le avisaron que estaban allanando su casa y por eso regresó, al final, cuando estaban terminando”, dijo y añadió: “No le dejaron copia de nada. Y un policía le comentó que habían encontrado unos chips y ella dijo que no tenía nada; eso es muy raro”, advirtió Rossini. 

También señaló que pondrán a disposición de la Fiscal Benvenuto los teléfonos celulares que no fueron allanados porque la mujer los tenía con ella, en Rosario. “Da la impresión que hay alguna cosa rara que habrá que verificar”, culminó Rossini.