El río Paraná volvió a ubicarse esta semana por encima de los 2,47 metros del nivel de referencia a la altura de la ciudad de Rosario, por primera vez desde marzo del 2021. En Puerto Aragón, el agua llegó hasta la mitad del medidor, y en Santa Fe a los 3,20 metros.
Desde el Instituto Nacional del Agua remarcaron que si bien la situación es claramente mejor que en los últimos dos años, aún no se puede “establecer un límite temporal del escenario de aguas bajas predominantes iniciado en marzo de 2020”.
De todas maneras, después de la bajante que tantas complicaciones causó, un nivel del río dentro del rango de aguas medias es una muy buena noticia. Más allá de una sostenida mejora del nivel del río, aún no se plantea como escenario enteramente despejado.
De hecho, como bien detalló la Guía Estratégica para el Agro (GEA) en su último informe, las probabilidades de continuidad de las condiciones Niña hasta febrero del 2023 es del 55%.
Recién para marzo del año que viene se espera un escenario de mayores probabilidades de neutralidad. En tanto, la recuperación del caudal del agua permitirá ampliar las cargas de los buques en el Up River, mejorando la navegabilidad y la competitividad de las exportaciones.