Como hace casi treinta años, cada dos años de realiza el Congreso Mundial de Pedagogía. Este año se hizo en Cuba, allí viajó el profesor de Historia, Ricadro Celaya, oriundo de Aldao, quien contó su experiencia en IRÉ: “A los argentinos nos tratan muy bien, están pendientes de ver qué pasa en la Patria Grande. EL Ché está muy presente en el sistema educativo de Cuba. Al ser argentino y más, cerca de Rosario, te tienen muy presente”.
Celaya narró: “En Cuba, tanto la Salud, como la Educación son públicas, no están manejadas por el mercado. En el caso de la Salud: la esperanza de vida y la mortalidad infantil son menores, y en el caso educativo: tuvimos la oportunidad de conocer una escuela primaria, una escuela secundaria y como allá dicen: un pre universitario. Es muy interesante el seguimiento de los niños el proceso de escolarización, el acompañamiento desde que nacen”.
En consecuencia reflexionó: “El alfabetismo es muy alto en Cuba, no hay deserción, hay paridad de género, y no hay diferencias entre vivir en las zonas rurales y urbanas”.
“Pudimos hablar con docentes cubanos y es muy fuerte la vocación y el patriotismo en cómo se enseña y la igualdad de oportunidades que se ofrece. Hace cincuenta años atrás, tenían una tasa muy alta de analfabetismo, en un contexto muy duro, hubo una campaña de alfabetismo que duró 9 meses, con numerosos voluntarios: hasta niños de diez años enseñaban a ancianos, muy emocionante”, siguió.
El profesor relató que en su experiencia: “Fue un viaje movilizante, en la vida cotidiana, pude ver cómo un país , a su modo, intenta ser diferente, buscando dignidad, con un costo. Pero con valores: cuando hay acceso a la salud y educación, hay una sociedad menos violenta”.
Y, continuó: “La posibilidad de encontrarse con colegas de toda latinoamérica, más de tres mil, de cuarenta países, y ver que las fronteras son inventos, cosas impuestas y poder pensar la educación a modo latinoamericano, eso es lo importante”.
Sobre las expectativas y mirada local hacia los cambios en Estados Unidos, Celaya apuntó: “Es importante que Cuba se abra al mundo, y que el mundo se abra a Cuba. Desde la hstoria, siempre Cuba estuvo ligada a Estados Unidos, geográficamente, las distancias entre los dos países son como desde Oliveros a Santa Fé. Cuba sufre el bloqueo económico, los materiales son inaccesibles. Los cubanos lamentaron que Obama tome medidas finalizando su mandato. Y no están muy esperanzados con Trump. El año que viene, Raúl Castro dejará el gobierno, terminará su gobierno y eso genera expectativas de mayor apertura”.