Esta mañana padres de los alumnos que están transitando el último año del colegio secundario cuestionaron la versión de que no tendrían su título por la falta de autorización de las horas cátedra. Inmediatamente le ministerio de Educación respaldó el cursado, anticipó que entre hoy y mañana se realizará el trámite, cuestionó un error administrativo de parte de la institución y aseguró el título final. En el mismo sentido el establecimiento emitió un comunicado.
En diálogo con IRÉ el jefe de supervisores de la educación privada del ministerio de Educación, Fernando Acosta se mostró tranquilo y vaticinó: “La culminación de los estudios con la titulación está asegurada. Los alumnos lo van a obtener en el tiempo y forma que corresponda, generalmente llegan en el transcurso de marzo a junio del próximo año”.
Sobre la preocupación que recorrió la localidad en estos días Acosta se afianzó a la ley de educación privada y explicó: “La autorización de las horas es un trámite administrativo que a veces se atrasa pero que se puede poner al día y cargar al sistema sin inconveniente. De acuerdo a la incorporación de horas que sería el subsidio de la provincia a las mismas, se va a hacer en el transcurso de este mes. Las cuales de movida debe ser la entidad patronal la que deba hacerse cargo al iniciar las clases, luego se hace la gestión del aporte a provincia y se le entrega un subsidio”.
Explicó en ese sentido que se trató de “una falla administrativa local” y que el trámite se iniciará entre hoy y mañana. Pero hasta tanto llegue el subsidio, que será abonado desde la autorización de las horas, será el arzobispado de Santa Fe a quien le corresponde regularizar la situación con los docentes que llevan nueve meses sin cobrar su salario.
De todos modos, Acosta esperanzó: “Es una buena oportunidad para llevar tranquilidad a las familias de Puerto Gaboto y también a los docentes. A nosotros nos interesa tener las dos orientaciones y también reforzar la cantidad de chicos que egresen de esa institución”. Afirmó que la próxima semana estarán visitando la escuela y culminó con un mensaje tranquilizador: “La solución está a mano”.