En 1894 comenzaron a construir la capilla emblemática en el poblado histórico de Puerto Gaboto. Por falta de mantenimiento, hoy presenta un gran deterioro estructural con parte del cielo raso caído y gran humedad en su interior. Además de los fieles que la visitan a diario, simboliza el patrimonio de una de las primeras iglesias construidas en la región. 

El edificio cuenta con 123 años, emblemático, imponente, de arquitectura italiana. Sencilla pero con una magia particular. Hoy cayendose de a poco dejando en evidencia la falta de inversión de años. 

Dentro del equipo de trabajo de la iglesia Nuestra Señora de Lujan se encuentra Estela Herrera, una vecina que hace algo más de un año comenzó a trabajar y ve con preocupación el estado estructural del edificio: “Hace un año y medio que empecé a trabajar en la parroquia y vemos que cada vez está más deteriorada”.

Luego, continuó: “Hace muchos años que tenemos este problema, y está cada vez es peor. Ahora ya se está derrumbando y corre riesgo el cielo raso, es un peligro. No se hasta cuando va a aguantar”.

Reconoce que se realizaron gestiones y desde entonces el panorama mejoró: “La comuna nos ayudó con las canaletas porque se llovía el techo y por eso ingresaba agua al interior por las paredes”. El problema que queda es evidente, pero los vecinos notan con preocupación la falta de dinero: “No tenemos plata para solucionar este problema”.

“Pusimos las canaletas y solucionamos un poco el problema de la humedad, pero ahora el problema está en el cielo raso”, explicó la vecina. Al tiempo que pidió colaboración por parte de los vecinos: “Acá en la comisión estoy sola, del grupo de jóvenes Noelia solamente me ayuda, otro recursos no hay, no se hace nada. Hicimos una rifa para Pascuas y nadie nos compra números. Les diría a los vecinos de la localidad que vengan a colaborar, entre todos podemos hacer algo”.

Por último Herrera fue contundente: “Ojalá algún político o alguien que nos pueda ayudar tome nota de la situación. Nosotros no queremos dinero, queremos solamente que se ejecuten las obras, que vengan hacer el trabajo”.

Por su parte, Jorge Conde escuchaba atentamente a Estela y se sumó a la conversación con IRÉ: “El trabajo que resta de hacer es arreglar las rajaduras en las paredes y reparar el cielo raso. Nosotros en el 2006 detectamos que las canaletas estaban mal hechas, el desagüe en vez de estar inclinado hacia afuera estaban hacia adentro, o sea como llovía caía para adentro”. Y asiente que desde entonces, más de una década después no se ejecutaron las obras correspondientes. 

El vecino esbozó además que en algún momento cercano al año 2008 habría llegado un dinero para resolver los problemas de la capilla, pero lo cierto es que hasta el momento no hay un registro que confirme el dato. Lo que es evidente es la falta de acción ante uno de los establecimientos emblemáticos de la localidad, en un pueblo histórico como Puerto Gaboto. ¿Llegará pronto una solución?