La regulación y el control de uso de químicos en los campos linderos a las urbanizaciones sigue siendo un tema a resolver. En Pueblo Andino se conformó un grupo de vecinos autoconvocados que coinciden en la imperiosa necesidad de correr los metros para “priorizar la salud por sobre la renta”. El jefe comunal ahondó en el plan que tienen diagramado y les pidió tiempo. También participó el secretario de Agricultura provincial.
La cita fue solicitada en reiteradas ocasiones por el grupo de vecinos, incluyendo además cartas por mesa de entrada. La tensión fue subiendo en los últimos meses hasta que finalmente la semana pasada les acercaron la invitación para acudir hoy a las nueve de la mañana en el Centro Cultural. El horario en el día de semana generó repercusiones pero una veintena de habitantes se hicieron el tiempo para acudir.
Se armó en el centro del salón un semicirculo con sillas, al frente estaba el jefe comunal José Abraham y la vice Gisela Signorelli, en uno de los laterales integrantes del ministerio de Producción provincial y el resto vecinos preocupados. Al inicio del encuentro Abraham tomó la palabra, cuestionó las actitudes mantenidas en los últimos meses, explicó los inconvenientes acontecidos sobre el por qué no se modificaba la ordenanza y planteó la necesidad del trabajo conjunto.
De acuerdo al relato, son tres dueños los que tienen los campos linderos a los siete kilómetros de extensión del pueblo. Siendo uno en particular el que más afectaría a los vecinos, con la complejidad que también es el propietario del terreno en el que está ubicado el basural local a cielo abierto y que tendría un acuerdo con un ex jefe comunal hace varias décadas. En consecuencia, afirman que las negociaciones deben ser cautelosas y sobre todo sostener un plan de acción que incluya medioambientalmente no sólo al uso de quimicos sino también al destino final de residuos.
La actitud de los vecinos fue variada. Algunos se mostraban permeables a comprender el planteo, como otros reticentes a cambiar de actitud. Salieron a relucir inconvenientes sucedidos entre ellos y con los productores, y el ambiente se llenó de tensión por momentos. Inclusive algunos de los presentes se retiraron antes de tiempo mostrandose disgustados.
Al concluir, luego de las explicaciones legales de los representantes del ministerio de Producción y la comuna local, los presentes acordaron aguardar hasta febrero para que se activen algunas gestiones realizadas y así avanzar en la negociación con los productores de la zona. Más allá del malestar, todos coincidieron en la importancia de construir a través del diálogo y las soluciones conjuntas.