A partir de agosto la Comuna de Pueblo Andino, dará inicio a la recolección diferenciada de residuos, un ambicioso proyecto que requiere del compromiso de todos los vecinos. Para ello, proponen distintas capacitaciones para determinar qué hacer con los desechos que se generan.
En diálogo con IRE, la vicepresidenta, Gisela Signorelli, sintetizó: “Nos hemos propuesto un gran desafío, parecía que la mayor dificultad era sanear el basural, hemos podido saldar ese paso y ahora viene una etapa mucho más compleja, porque no requiere solo de recursos económicos, sino un cambio cultural respecto de cómo concebimos el residuo”.
El desafío involucra tanto a la comuna como a cada vecino, que diariamente deposita sus residuos en los distintos contenedores. Que se vuelva habitual la separación en origen es a lo que apuntan con este proyecto, que es el inicio de este sistema de recolección diferenciada, del cual no solo los estados son responsables sino toda la comunidad.
Tal como sostuvo Signorelli, los desechos que genera Pueblo Andino alcanzan aproximadamente 45 toneladas semanalmente, y más allá de lograr erradicar el basural a cielo abierto en la localidad, la basura se destina a la ciudad de Ricardone, lo que no es la solución final del problema.
En ese sentido, enfatizó: “En esta localidad creo que es posible comenzar a trabajar en separación y compostaje. La comuna tiene que ser líder de ese proceso, en ese camino estamos. Vamos a hacer talleres a cargo del INTA de Oliveros, con intenciones de enseñarle a la gente que, cuanto más reduzcamos lo que sacamos de basura domiciliaria, es más favorable para todos”.
En cuanto a residuos secos, proponen que la recolección sea los días martes y jueves, puerta a puerta, en el casco. Y en los demás barrios, se dispondrán en puntos específicos los contenedores naranjas destinados a los residuos secos.
En el caso de la cuña, donde se centralizó el corralón, estará inicialmente y a modo de prueba piloto, la planta de tratamiento de residuos comunal, donde realizará también la separación y tratamiento, para la consiguiente venta de los materiales una vez conseguido los volúmenes necesarios.
Tras las primeras experiencias, a partir del año que viene, se prevé también iniciar con las penalidades para aquellos vecinos que no cumplan y entorpezcan el trabajo de quienes si se comprometen en esta concientización medioambiental a partir del tratamiento de los desechos.