La Escuela Primaria de Pueblo Andino se puso un gran objetivo por delante: ampliar y reconstruir parte del edificio. La matricula creció al ritmo de la localidad y ya cuentan con veinticinco nuevos inscriptos, en consecuencia dictan clases en aulas que alcanzan los 40 chicos y hasta en lo que fue la biblioteca. No quieren que afecte el nivel educativo, por eso a pesar de las dificultades económicas buscan cumplir el objetivo de tres salones nuevos para el inicio del 2019.  

En comunicación con IRÉ, la Directora de la Escuela Primara, Ivana Martinez explicó: “Pueblo Andino creció vertiginosamente en los últimos años, contamos con 4.500 habitantes y eso se traslada en una mayor demanda de lugares en la institución. Este año tenemos dos grados con 40 niños y sabemos que eso va a en detrimento de la calidad educativa y la atención que cada docente pueda brindarles”. 

En ese sentido, argumentó: “Sabemos que necesitamos al menos tres aulas mas, sobretodo porque ya contamos con 25 niños inscriptos que son un grado entero. No queremos negarle a ninguno el derecho a la educación pública y por eso estamos trabajando. Presentamos un proyecto que nos ayudó, gracias a la colaboración de $15.500 del frigorífico Larrauri, a comenzar la ampliación de la planta alta. Demolimos el baño que estaba en muy mal estado y refaccionamos las paredes para que allí pueda funcionar un salón”. 

Ahora, finalizada esa primera etapa, cuentan con la aprobación por parte del Ministerio de Educación de la Provincia a través del Fondo de Asistencia para Necesidades Inmediatas (FANI): “Lo usaremos para la instalación eléctrica en la planta alta y la reparación de la membrana que luego de la última tormenta de gránizo está filtrada”. 

Martinez evaluó que la dura situación económica del país y agregó: “Sabemos que estamos pasando por una grave crisis, pero no queremos bajar los brazos. Pensamos entre todos la mejor manera de salir adelante y lo estamos haciendo. Ahora necesitamos reacondicionar espacios para guardar nuestros recursos pedagogicos y volver a recuperar lugar para la biblioteca, que debimos cerrarla para que funcione un salón”. En ese sentido, todo aquel que pueda colaborar desde su lugar, será más que bienvenido. 

Lejos quedó aquel momento en que la institución debió ser acompañada por un director interventor, y ahora la única escuela primaria de la localidad comparte el anhelo de tener todo listo para marzo del año que viene y así recibir, como cada año, a los niños con los brazos abiertos.