Andino es una de las localidades de la región que más creció demográficamente en los últimos años. Su encanto, su naturaleza, el abrazo del río Carcarañá y sobre todo la tranquilidad propia de los pueblos chicos fueron los atractivos que seguramente despertaron el interés de numerosas personas que decidieron tener allí su espacio. Pero el crecimiento también trajo consigo una contracara preocupante y hoy los vecinos, cansados de reiterados robos que atentan contra su calidad de vida, piden seguridad: “Comencemos a cuidarnos entre nosotros”.

A través de un grupo de Facebook que fue creado por gente del pueblo con el fin de conocer los emprendimientos locales, ayudarse entre ellos e intercambiar información general sobre la localidad, un vecino expresó su malestar luego de que su hija sufrió un robo en su vivienda, siendo un hecho que le tocó atravesar a otros tantos vecinos. El hombre se volcó al teclado y escribió sobre la “el martirio de las víctimas por la ola de robos en Pueblo Andino”.

“Están saqueando viviendas, con las mismas estrategias, aflojan las lámparas previo verificar si hay alarma y perros, estudian los movimientos y entran. A mi hija le tocó la madrugada del miércoles”, lamentó.

Y manifestó: “Por suerte no estaba en la casa, es la primera burrada que oí. ‘Por suerte’, como que hay algo de bueno en esto. Lo que logran éstos comentarios es invisibilizar el daño profundo que significa que te hayan invadido tu privacidad, que seleccionen lo que se van a llevar, con un desprecio total de todo lo que descartan que es el esfuerzo de años de trabajo”.

“Se entiende que ‘por suerte’ es un calificativo que no deja ver que la persona queda rota, con miedo, con angustia y la mierda de gente que te roba se caga literalmente en tu vida. Por ejemplo, le llevaron sus lentes permanentes, ¿se entiende que clase de basura son? Para sumarle martirio a esta experiencia inefable, se agrega todo el proceso de recibir a la policía en tu casa, hacer denuncias, responder preguntas”, continuó.

Y resaltó: “Fuimos muy bien atendidos, pero cuando preguntamos y orientamos la pesquisa, fue inevitable entender que la justicia no es justa y no hay hechos suficientes para que se impute a los que deberían estar pagando semejante daño a una persona que no merece pasar por esto”.

Asimismo, en medio de la frustración, expresó: “El martirio de tener que soportar a personas ineficientes en cargos vitales y bien remunerados sólo para hacer sufrir al pueblo es tan dramático como el hecho relatado. Por eso ante tanto abuso de parte de estos traidores que no pueden dimensionar el cargo que ocupan y cubren a las ratas que los encontrás en las redes vendiendo lo que le roban a gente de laburo y miran para otro lado, sepan que el poder y la gloria tiene fecha de caducidad y tarde o temprano cuando la vida los ponga en una situación similar. Recuerden que no solo lo merecen, si no que fueron parte de crear este sistema de mierda que empaña la vida de miles de Argentinos, en este caso, sí ‘por suerte’ para ellos, tienen el espacio de poder y se sienten importantes, y ‘por suerte’ para nosotros, se les va a terminar y vamos a ser testigos de la justicia que la vida le aplica a los soretes sin empatía”.

Y finalizó: “Espero que se entienda que comprar robado te convierte en uno más de ese mundo oscuro y despreciable. Ojalá, entre los vecinos víctimas, que somos el grueso del pueblo, comencemos a cuidarnos entre nosotros, porque el chapulín colorado se fué al reino de los grillos, la justicia no recuperó la vista (salvo si hacemos justicia por nuestra cuenta, claro ahí te atienden) y la política es para asegurarse un sueldo y unos extras. Gracias a cualquier andinense que se sume al cuidado de nuestro territorio”.