Facundo Solimo, el joven de Andino que estuvo durante cuatro semanas desconectado de sus familiares y disparó así los mecanismos de búsqueda internacional, llegó ayer a su pueblo luego de un largo periplo que, al igual que las causas de su incomunicación, aún continúan en el plano de la incógnita porque no se encuentra en condiciones de abordar una explicación. Según su madre, Alejandra Pria, “Facundo no está en condiciones de hablar con nadie. Está muy perdido, desorientado y no coordina lo que dice”.

Con un tono de profunda tristeza y al mismo tiempo sereno, la madre explicó que el joven no estaba disponible para entrevistas. “No lo quiero exponer más de lo que ya lo hizo él. Pido perdón y que me entiendan”, se disculpó.

La mujer sólo precisó que llegó durante la mañana de ayer a la terminal de ómnibus “y no lo vi nada bien. Mañana lo llevaré al médico para que lo evalúen. No puede dormir, no quiere comer y está muy flaco”.

Ahora, la familia de Solimo está más tranquila, Facundo está en casa. El periplo minucioso del muchacho hasta el momento es un misterio. Para las autoridades del Ministerio Público de la Acusación (MPA) el caso está resuelto con su ingreso al país. Determinaron que se trató de un viaje programado, al estilo mochilero, por lo cual las transacciones fueron en su mayoría informales lo que dificultó la investigación. Y que la complicación en la comunicación se debió a la rotura de su teléfono celular. Aunque la madre ahora duda, para la Justicia fue encontrado en buen estado de salud.

El joven, de 28 años, comenzó en abril un viaje que lo llevó por varias provincias argentinas hacia el norte, luego cruzó fronteras y viajó por varios países. El 22 de agosto perdió contacto con su familia, y la preocupación comenzó a aumentar. Recién casi cuatro semanas después ingresó al país, y ayer llegó a Rosario, donde se reencontró con su familia.

En diálogo con LaCapital el fiscal interviniente en la búsqueda de paradero, Aquiles Balbis, brindó el detalle de la investigación: “Nunca estuvo privado de la libertad, no corrió ningún riesgo, ni tuvo ninguna complicación sino que simplemente la ausencia de comunicación de modo fluido se debió a una decisión personal que tuvo en este caso como principal inconveniente el extravío de su teléfono celular”.

El recorrido

Se activó una búsqueda internacional para encontrar al joven, los usuarios de las redes sociales compartían una y otra vez la foto, los mecanismos de defensa estaban atentos pero Facundo regresó sólo.

Dentro del itinerario se constató que: “Viajó a lo largo del país hacia el norte, luego ascendió hacia Bolivia, de allí a Ecuador y posteriormente por medidas que tomamos y confirmamos viajó a Colombia, siguió por Perú y regresó al país. Esto además, lo confirma él en su declaración”, amplió el fiscal.

Sobre el protocolo activado para localizar al hombre, Balbis explicó: “Se puso en funcionamiento el mecanismo indicado y comenzamos a trabajar a los fines de ubicar al muchacho. En función de ello nos contactamos con Cancillería, con la embajada de Argentina en Ecuador, con las autoridades de migraciones nacionales y comenzamos a trabajar con Interpol Argentina. Y a través de ellos nos pusimos en contacto con Interpol Ecuador y pudimos determinar que había viajado desde Ecuador hacia Colombia”. Luego, el muchacho tomó Perú y Bolivia hasta ingresar al país.

Desde el MPA determinaron que hubo otras comunicaciones de Facundo que no fueron notificadas automáticamente, lo que retrasó la investigación. Se baraja el contacto de Solimo con su hermano, de una chica peruana con su madre por Facebook y celular, y además el llamado del padre que fue determinante para su regreso, todo ello en el mismo marco de la búsqueda del paradero.

Transacciones informales

La ubicación de Solimo fue compleja de determinar debido a que sus actividades comerciales fueron en su mayoría de manera informal, es decir que no quedaban registros fehacientes de su paso.

En ese sentido, uno de los datos concretos fue la transferencia bancaria: “Se puso en conocimiento que había requerido una suma de dinero para continuar viajando por lo cual realizamos tareas investigativas. Se logró a través de Western Union determinar que la plata había sido entregada, en este caso en Quito, Ecuador”, pormenorizó en fiscal.

Pero al momento de encontrarlo, el mochilero había tomado un nuevo destino: “Interpol Ecuador nos manifestó que él ya había salido con destino a Colombia. Luego se determinó su paso por Perú, pero al dar conocimiento a Interpol ya había cruzado nuevamente la frontera. Luego, días más tarde pudimos determinar que había transpuesto la frontera de Bolivia y en virtud de las tareas que habíamos llevado a cabo hasta el momento, fue retenido y trasladado al puesto de Gendarmería en La Quiaca, Jujuy, donde prestó declaración informativa”.

De vacaciones

Al ingresar al país, las dudas aumentaban sobre las hipótesis de lo sucedido, pero el joven fue contundente y se mostró despreocupado. Balbis indicó el momento de contacto: “Hablé en persona vía telefónica, mientras se le tomaba una declaración que le exigimos para saber los pormenores de la situación. Allí manifestó que había sido un viaje exclusivamente turístico, de placer, a los fines de conocer ciertos destinos. Que había estado en Bolivia luego de cruzar la frontera tenía pensado trabajar unos días, después continuó su viaje”. Este planteo confirma la demora del muchacho.

Además, amplió: “Indicó que había tenido una comunicación fluida con su madre y familia y luego tuvo un problema y perdió su teléfono celular. A posteriori no tuvo más contacto, pero que su familia estaba enterada de esta situación por lo cual entiendo que la preocupación de la madre que en un principio puede ser entendible, no tenía un fundamento cierto, real o concreto”.

Asimismo el mochilero dijo que había hablado con un hermano en las últimas semanas, mientras que su contacto con Pueblo Andino se había tornado más esporádico. Al ingresar al país, se determinó un chequeo general de su salud con un médico en La Quiaca, arrojando resultados óptimos. El fiscal aclaró: “Luego de la revisión del médico manifestó que quería continuar su viaje”.

Entramado familiar

Algunas versiones indicaban que Facundo podría haber salido rumbo a Biloxi, Misisipi, en Estados Unidos donde vive desde hace años su padre Mario Adalberto Solimo. “El chico puso en conocimiento una situación de índole personal que desconocemos si tiene algún trasfondo con la denuncia que llevó adelante su madre. En sus declaraciones explicó que el objetivo en principio había sido contactar a su padre que vive en el exterior. Lo que podría ser uno de los objetivos que tenía, pero lo desconocemos”, precisó el agente judicial.

En consecuencia más allá de los detalles de lo sucedido desde el MPA determinaron que el caso está cerrado: “Habiéndose confirmado que estaba en buen estado de salud, lúcido y disponiendo de un viaje que él mismo planeó, no hay motivo para retenerlo ni para continuar con alguna investigación. El pedido de paradero se cerrará”.

Foto y nota: Diario La Capital. Por Fabrina Donato.