Ayer quedó erguido el nuevo homenaje a las once personas que fallecieron en un accidente en 1992. Con familiares, vecinos y autoridades locales se descubrió el nuevo monolito reconstruido, con un detalle especial: Un reloj de sol. Una jornada de gran emoción.
El equipo de futbol de niños que viajaba con un papá desde el club Defensores fue embestido en mayo de 1992 por el tren y como consecuencia murieron todos. Hace unos meses atrás un nuevo accidente se produjo en el mismo lugar entre un camión y una dotación ferroviaria y derrumbó el homenaje que recordaba a las víctimas del fatal suceso.
Ayer, a las 17.30 en un breve pero emotivo acto se convocó a la comunidad y familiares. Poco después en diálogo con IRÉ, el jefe comunal José Abraham explicó: “Teniamos una restauración pendiente. Al hacer este monolito buscamos un significado no solamente para la parte sentimental de las familias sino también para aquellos que cruzamos estas vías de manera de alerta, para que llame la atención a todos aquellos que crucen y así advertir de la peligrosidad del lugar”.
Sobre el mensaje que persigue el reloj de sol Abraham avanzó: “La sombra marca la hora del momento del accidente y las once luces simbolizan a los diez chicos y al papá que fallecieron en el accidente”.