El gobierno comunal de Pueblo Andino continúa apuntando a un fuerte compromiso con el ambiente y en los últimos dos meses envió más de tres toneladas y media de material seco a plantas de reciclaje, mediante su plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU).
Una de las patas de este proyecto, que está a cargo del miembro comunal Santiago Liponezky, tiene que ver con la clasificación que se hace en la cuña junto con el personal comunal, de los residuos secos que se juntan en los contenedores naranjas.
“Esto sería imposible si no fuera por el compromiso de los vecinos y vecinas que se toman el trabajo de hacer la separación en origen, que es fundamental para que esto funcione”, afirmó Liponezky.
Para ello existen una decena de los denominados puntos limpios, que son los contenedores que están ubicados estratégicamente en toda la extensión de la localidad, donde también se suele llevar adelante actividades y talleres de educación ambiental.
Los últimos dos envíos de material reciclable fueron una primera tanda de unos 2.500 kilos de vidrio, papel, cartón, aluminio y plástico, y una segunda de unos 1.100 kilos de material ‘enfardable’, que son los mismos elementos, pero sin vidrios. “En total enviamos más de tres toneladas y media de material reciclable en dos meses”, indicaron.
La separación en origen
Desde la gestión vienen sumando esfuerzos en educación ambiental con el objetivo de contagiar a los vecinos a tomarse el trabajo de separar responsablemente los residuos en su casa, dentro de las tres categorías que se manejan en la localidad, que son las siguientes:
– reciclables secos: papel, cartón, metales de todo tipo, plásticos de todo tipo y vidrio de todo tipo.
– residuos orgánicos: frutas, verdura, yerba. “La idea es que la gente lo composte en su casa. Para eso estamos haciendo charlas y talleres de capacitación sobre compostaje y vermicompostaje con lombrices californianas, que se van a retomar después de enero”, señaló Liponezky.
– residuos no recuperables: aquellos materiales no reciclables y no compostables, que se deben desechar en los contenedores verdes.
La transformación hacia un Andino “verde y sustentable”
Días atrás, el ministerio de Ambiente y Cambio Climático de la provincia informó que, a la par que se desarrollaban una serie de tareas sobre las quemas en la zona del área protegida del río Carcarañá, detectaron basurales a cielo abierto e intimaron a tres comunas de la región, entre ellas la de Pueblo Anidno.
En ese sentido, el presidente comunal, José Abraham, dialogó con IRE y desestimó la intimación, a la vez que hizo hincapié en que durante su gestión se erradicaron los dos basurales a cielo abierto que existían en la localidad.
Uno de ellos estaba donde se realizó la descentralización del corralón comunal, mentiras que el otro estaba a la vera del río, que cada vez que crecía arrastraba los residuos, contaminando la zona. “Lo que hicimos ahí fue un beneficio grandísimo”, afirmó Abraham y agregó: “Si Andino hoy tuviera un basural a cielo abierto, tendría que ser de una hectárea”.
En ese sentido, indicó que sí hubo distintas visitas al predio donde existe la cava, donde actualmente se llena con residuos verdes, como hojas, pasto, troncos y ramas, combinado con escombro y tierra, con el objetivo de recuperar el espacio y a futuro, cuando sea rellenada y el material esté compactado, utilizar el terreno para viviendas sociales.
“Hay un proyecto, pero todavía no pedimos financiación. Después todo ese residuo verde va a tener que ser gestionado de alguna manera, porque no tenemos muchos lugares para aprovechar”, agregó.
Por otra parte, el presidente indicó que en Andino no existían contenedores y que desde hace cinco años se comenzaron a colocar durante su gestión y ya llevan más de 100 en los distintos barrios, excepto en el casco, donde por el momento se continúa haciendo recolección puerta a puerta.
También señaló que adquirieron dos camiones de residuos, uno de ellos 0 kilómetros, cuando “antes se juntaba con tractor y carro”, afirmó Abraham y señaló que ahora los desechos recolectados se separan luego por toneladas y se envían a Ricardone.
Por último, resaltó la compra de prensas, el acopio de neumáticos viejos, la planta de reciclaje, entre otras acciones que se realizan para “mejorar la calidad del ambiente en la localidad”, según indicó.