Pese al encuentro que mantuvieron ayer entre el gobierno provincial y la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario la situación sigue siendo crítica y no se logró que se restablezca la atención a los afiliados de Iapos. Reclaman que se actualicen las tarifas y hasta tanto no haya una oferta sobre la mesa continuará la atención restringida reprogramando cirugías que no sean de urgencia y las atenciones “sin poner en peligro la salud de nadie”, aclararon.
El desacuerdo entre Iapos y los prestadores de salud de la provincia de Santa Fe continúa sin resolverse. Rodrigo Sánchez Almeyra, vicepresidente de la Asociación de Clínicas y Sanatorios de Rosario, informó que en la última reunión con funcionarios del organismo público no se presentó ninguna oferta de actualización de aranceles por parte del Iapos.
Sobre los cambios administrativos, Sánchez Almeyra explicó que: “Iapos pasó a la órbita del Ministerio de Economía (antes dependía de Salud), por lo tanto solicitamos una reunión urgente con funcionarios de Economía para plantear esta situación. Por lo tanto, continúan vigentes las medidas implementadas hace 15 días”. Y reforzó: “Es decir, solo se atenderán urgencias y se van a reprogramar cirugías y prácticas selectivas, por supuesto sin poner en peligro la salud de nadie”.
“Sólo se atenderán urgencias y se van a reprogramar cirugías y prácticas selectivas, por supuesto sin poner en peligro la salud de nadie”
El representante de las clínicas y sanatorios señaló que, a pesar de la solicitud de Iapos de esperar unos días para elaborar una oferta de recomposición de aranceles, los prestadores de salud no están dispuestos a levantar la medida de suspensión, ya que acumulan tarifas atrasadas desde hace 120 días. La falta de acuerdo en la reunión protocolar llevó a ambas partes a mantener posturas firmes.
Sánchez Almeyra remarcó que, si bien se mantienen las atenciones de urgencia, los turnos programados deben ser reprogramados. Ante la incertidumbre sobre cómo se financiarán las prestaciones, los prestadores de salud sostienen que “no pueden continuar brindando servicios a pérdida”.
En consecuencia, sin una buena nueva o principio de acuerdo, la situación dos semanas después continúa generando complicaciones para los afiliados y un tenso contexto en el sistema de salud provincial.