La bajante histórica del río Paraná dio lugar a que pescadores furtivos cometan una preocupante “depredación” de especies en Monje y otros territorios. No obstante, los legisladores del bloque demócrata progresista solicitaron respuesta al Ejecutivo provincial.
“La bajante histórica de los ríos Paraná y Uruguay, más los estragos que está causando la pesca furtiva pueden ser muy nocivos e irrecuperables en términos de la población de especies en nuestros ríos y lagunas”, expresaron desde el bloque.
En ese sentido, pusieron como ejemplo lo sucedido en Monje días atrás, al igual que en otras zonas de la costa o en lagunas y humedales del territorio provincial. “Pescadores clandestinos están haciendo una impresionante matanza de surubíes, sábalos y otras especies”, señalaron.
En esa misma línea, el diputado provincial, Gabriel Real, resaltó: “Con el agua tan baja los peces nadan en charcos y son presas fáciles de quienes los cazan con lanzas, a palazos, algunos con redes y otros con armas de fuego inclusive, y luego los dejan tirados o los venden a pescaderías y mercados cómplices, que los revenden sin el mínimo control sanitario”.
No obstante, los legisladores del bloque demócrata progresista solicitaron al Ejecutivo provincial, por medio del organismo correspondiente, que informe si se tiene conocimiento acerca de la reiteradas faltas en que incurren pescadores furtivos.
“Están haciendo una matanza de especies en el río Paraná, violando no sólo la cuarentena impuesta por el Gobierno Nacional, sino la ética deportiva, los reglamentos vigentes y ocasionando un gran perjuicio a la ecología, al turismo, al comercio y a los guías de pesca”, exponen.
Asimismo, demandaron si se han establecido medidas pertinentes acorde a los reglamentos y leyes provinciales vigentes con respecto a la práctica de la pesca deportiva y comercial en el río Paraná y otros lugares propicios para este deporte o actividad comercial.
“Nos preocupa la pesca clandestina, esa no es la pesca de supervivencia que el decreto presidencial de aislamiento social y la Prefectura avalaron en su comunicado. Esto es piratería, destrozo y prácticas pocos sustentables sobre la riqueza de nuestros ríos, lagunas y humedales. Es robarle a la naturaleza su bien más preciado sin que las autoridades intervengan en el asunto”, concluyó el legislador.