Este viernes 20 de diciembre, la provincia de Santa Fe inaugura la nueva cárcel federal de Coronda. El complejo penitenciario, que tendrá capacidad para alojar entre 460 y 480 internos, será una herramienta clave para reducir la población carcelaria federal que actualmente se encuentra bajo custodia provincial.
“Puntualmente de los 700 presos federales que hay en Santa Fe alojados entre servicio penitenciario y policía, esta unidad implicaría que podrían llevarse al servicio penitenciario federal entre 460 y 480. Esto significa vaciar las comisarías del departamento La Capital y todos los que lo rodean”, expresó en diálogo con Radiópolis (Radio 2) el ministro de Seguridad de Santa Fe, Pablo Cococcioni.
Sin embargo, esta nueva cárcel no estará destinada a alojar a los presos de alto perfil que actualmente cumplen condena en complejos penitenciarios federales. Ante la consulta sobre la posibilidad de que estos internos puedan ser trasladados a Coronda, Cococcioni fue claro en su respuesta: “Los propios funcionarios federales coinciden en clasificarla como una cárcel de mediana seguridad. Tiene estructura celular, cerco perimetral, pero no es apta para internos de mayor peligrosidad y mucho menos de alto perfil”.
El complejo penitenciario de Coronda es el resultado de un proyecto que comenzó a gestarse hace aproximadamente 25 años. El diseño ejecutivo de la cárcel fue elaborado hace 12 años, cuando se pensaba en un modelo diferente de política criminal.
Una vez en funcionamiento, el Servicio Penitenciario Federal será el encargado de clasificar a los internos según su perfil criminológico. Cococcioni explicó que “ya estamos trabajando en las carpetas de los internos federales para que tengan toda la información que necesitan para poder clasificarlos y derivarlos”.
Además de la inauguración de la cárcel de Coronda, el ministro Cococcioni anticipó que entre marzo y abril se abrirán nuevos módulos penitenciarios en Rosario. “Si aprovechamos al máximo su capacidad, estaríamos haciendo prácticamente lo mismo que en el penal de Coronda. En Rosario tenemos unos 400 presos en comisarías, con bajas condiciones de seguridad que además genera un desaprovechamiento de recursos porque tenemos policías que, en vez de estar cuidando a la gente está cuidando presos. Con esto se termina lo que es en Rosario el suplicio que es para nosotros tener presos en las comisarías”, concluyó.