A partir del lunes, los reclusos de alto perfil en las cárceles de la provincia de Santa Fe estarán vestidos con uniformes de color naranja. Esta medida, anunciada por el Ministerio de Justicia y Seguridad, busca mejorar la identificación de los internos y reducir potenciales riesgos dentro de las instalaciones penitenciarias. La disposición se enmarca en un conjunto de políticas que intentan modernizar y eficientizar el sistema de seguridad en el ámbito penitenciario.

La nueva normativa no solo afecta a los prisioneros, sino también a las visitas que deseen ingresar a las unidades. Se estableció una prohibición para que las personas que acuden a ver a sus familiares o amigos encarcelados no lleven prendas de color naranja. Esta decisión busca minimizar posibles conflictos que pudieran surgir de la confusión entre internos y visitantes.

Sin embargo, cabe señalar que los uniformes naranjas no serán utilizados dentro de los pabellones, donde los reclusos seguirán vistiendo ropa civil. La obligación de portar el uniforme se aplicará durante los traslados, tanto dentro como fuera de la unidad penitenciaria, garantizando una continua identificación de los internos en movimiento. La resolución 008/2024 establece que esta normativa es de cumplimiento obligatorio para todos los afectados.

El gobierno provincial argumentó que esta medida permitirá una clara identificación y clasificación de los internos, estableciendo un nivel operativo definido. A medida que la implementación de esta directiva se lleve a cabo, se espera que contribuya a una mayor seguridad tanto para los reclusos como para los trabajadores de las instalaciones penitenciarias y las visitas.