Desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre de 2024, se encuentra en vigor la veda para la pesca del surubí en la provincia de Santa Fe. Esta medida afecta tanto a la pesca deportiva como a la comercial de dos especies de surubí: el surubí pintado (Pseudoplatystoma coruscans) y el surubí atigrado o rollizo (Pseudoplatystoma fasciatum). La veda responde a la Resolución Nº 168/2005, que establece restricciones para preservar las poblaciones de estos peces en el Río Paraná. Durante este período, se prohíbe capturar, acopiar, transportar y comercializar ejemplares de surubí.

La normativa que regula la veda tiene su base en la Ley 12.212, que define los lineamientos para las actividades pesqueras en la provincia. Además del surubí, existen otras especies cuya pesca está regulada. Por ejemplo, el dorado solo puede ser capturado bajo la modalidad deportiva con devolución obligatoria. Por otro lado, las especies de pacú y manguruyú tienen vedas permanentes, tanto para la pesca comercial como deportiva. Estas disposiciones son esenciales para la conservación de los ecosistemas acuáticos y la fauna del Río Paraná.

A lo largo de este periodo de veda, el control y la fiscalización serán intensificados. Las autoridades provinciales establecieron que cualquier persona que ofrezca surubí para la venta durante la veda, sin acreditar adecuadamente el origen y la fecha de su captura, enfrentará severas sanciones. La multa por esta infracción será equivalente a cuatro veces el salario mínimo vital y móvil, según lo determinado por el Ministerio de Trabajo de la Nación.

La multa por esta infracción será equivalente a cuatro veces el salario mínimo vital y móvil, según lo determinado por el Ministerio de Trabajo de la Nación.

El objetivo de estas sanciones es reforzar el control sobre la pesca ilegal y garantizar la efectividad de las vedas. Los recursos recaudados por las multas serán destinados a futuros operativos de control en el Río Paraná, con el apoyo de organismos locales y organizaciones no gubernamentales especializadas. Esto incluye el financiamiento de patrullajes, viáticos, sueldos de guardafaunas y otros gastos relacionados con la fiscalización de la actividad pesquera.

Es importante destacar que, en este contexto, el gobierno de Santa Fe no solo apunta a la sanción, sino también a fomentar la conciencia sobre la importancia de la conservación de los recursos naturales. Las vedas tienen como fin proteger a las especies más vulnerables y permitir su recuperación, favoreciendo así la pesca sustentable en el largo plazo. Los pescadores, tanto deportivos como comerciales, deben ser conscientes de su responsabilidad en la preservación del ecosistema.

El cumplimiento de estas normas es esencial para garantizar la salud de los recursos ictícolas del Río Paraná, un ecosistema fundamental no solo para la biodiversidad, sino también para la economía local que depende de la pesca.