Este lunes, la provincia de Santa Fe pone en marcha la vacunación gratuita contra el dengue, con un operativo que comenzará a inocular a adolescentes de entre 15 y 19 años. La campaña se concentrará en barrios específicos de Rosario y la ciudad capital, así como en algunos departamentos del norte provincial, donde se registraron altos niveles de contagio en los últimos meses.
La ministra de Salud de Santa Fe, Silvia Ciancio, anunció en una conferencia de prensa que las 160 mil dosis adquiridas por el Gobierno provincial serán administradas en una primera etapa a adolescentes. Este grupo será convocado directamente por el Gobierno, sin necesidad de inscripción previa, ya que las autoridades sanitarias cuentan con un registro de los jóvenes comprendidos en este rango etario.
Hacia finales de septiembre, la campaña de vacunación se ampliará para incluir a los grupos de riesgo, como el personal de salud, de seguridad y los bomberos. La ministra subrayó que el objetivo es avanzar de manera segmentada, priorizando las zonas con mayor incidencia del dengue, como los departamentos de 9 de Julio, San Cristóbal y Vera, así como algunos barrios de las ciudades de Santa Fe y Rosario.
El operativo forma parte del plan interministerial “Objetivo dengue”, una iniciativa que busca prevenir y concienciar sobre esta enfermedad, que tuvo un fuerte impacto en la provincia en los últimos años. Para llevar a cabo esta estrategia, el Gobierno de Santa Fe invirtió más de 4.000 millones de pesos en la compra de 160 mil dosis, lo que equivale a 80 mil esquemas de vacunación completos.
Las vacunas, denominadas Qdenga, fueron adquiridas del laboratorio Takeda Argentina SA, uno de los primeros en tener su fórmula aprobada y disponible en el país. Según explicaron las autoridades, la planificación de esta compra comenzó meses atrás, y Santa Fe se posiciona como la provincia que más dosis consiguió hasta el momento en Argentina.
Con este plan de vacunación, las autoridades esperan reducir la incidencia de esta enfermedad en las zonas más vulnerables y prepararse para los meses de mayor riesgo de contagio, mientras continúan con otras estrategias de prevención y control del mosquito transmisor.