Las empresas de transporte de media y larga distancia se encuentran sin prestar servicios desde hace 195 días. En ese marco, desde el sector afirman que las deudas se fueron agudizando y hay mucha incertidumbre respecto al futuro funcionamiento de los servicios. “No podemos aguantar mucho más”, resumieron a IRE desde Tata Rápido.

En diálogo con IRE, la gerente de la empresa Tata Rápido, Lilian Garnicas, manifestó: “Nuestra situación es terminal. Muy difícilmente una empresa pueda sobrevivir tantos meses sin poder facturar”. Y, añadió: “La provincia no te permite trabajar, pero hay impuestos de origen provincial que son exigibles y nos estamos endeudando a niveles que realmente no sabemos si vamos a poder afrontar. Es gravísimo”.

Sobre los aportes gubernamentales que reciben y el alcance que tiene Garnicas afirmó: “En este momento estamos recibiendo subsidios de compensación tarifaria, pero sobre tarifas que no estamos cobrando. En el caso de nuestra empresa nos permite pagar el 70 por ciento del salario y nada más”.

El compromiso es pagar el 100 por ciento de los salarios, un 88% no remunerativo y un 12% remunerativo, conforme a una acuerdo entre la Federación Argentina de Transporte de Automotor de Pasajeros (FATAP), la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y el Ministerio de Transporte de la Nación, en el marco del artículo 223 bis, pero actualmente, la empresa adeuda los pagos de agosto y septiembre: “No podemos aguantar mucho más, eso lo marca el volumen del endeudamiento. Reducimos los gastos de operación, pero los gastos fijos se mantienen y las unidades paradas se deterioran”.

Por otra parte, ante los reclamos sostuvo: “Hemos tenido buena recepción de provincia, siempre está abierta a escucharnos, pero vemos que tienen muy poca capacidad de decidir en esta situación. El marco general se maneja en Buenos Aires”.

Desde marzo que el servicio se interrumpió y muchos pueblos se quedaron sin transporte público, lo que redujo la conectividad para los trabajadores esenciales o las urgencias. En esa dirección, la gerente detalló que “muchas veces queda la sensación de que la gente piensa que es nuestra decisión no salir a trabajar, pero no es así, no tenemos permiso para salir a trabajar”.

Además, confió que mantuvieron diálogo con diferentes jefes comunales para activar circuitos de distancias más cortas, pero estaría sujeto a lo que habilite el gobernador de la provincia, en consonancia con las autoridades sanitarias. “Siempre creímos que éramos fundamentales para la vida cotidiana de las personas, mucho más en la intermedia de las distintas ciudades y pueblos que nosotros recorremos, pero de golpe vimos que no existimos”, culminó Garnicas.