Luego de la pesca de un ejemplar de 150 kilos en Puerto Gaboto se abrió un debate en el que profesionales produndizaron la importancia de cuidar la especie. El experto en el área, Andrés Sciara reclamó que no existe ninguna normativa ni legislación que proteja a las rayas gigantes de la sobrepesca en nuestra provincia y que hay muy pocos estudios académicos que aporten información para que luego pueda ser utilizada en la elaboración de políticas de protección y conservación.
La raya es una especie única en su tipo a nivel mundial que habita el tramo inferior de los ríos Paraná y Uruguay. A consecuencia de la sobrepesca en esta zona, es extremadamente vulnerable y no existe normativa o legislación alguna que la proteja a pesar de su enorme valor biológico.
El Paraná, en su tramo santafesino y entrerriano, es probablemente el mayor reservorio mundial de una especie que sólo habita en estas aguas. Pese a esa premisa el ex director del Acuario de Rosario y decano de la facultad de bioquímica de la UNR, Andrés Sciara sostuvo que “Hay muy poco conocimiento sobre la biología y la conservación de las rayas gigantes”.
“Ese es un punto central para explicar por qué, a pesar de ser animales únicos en el mundo que forman parte de nuestra biodiversidad, no tenemos legislación que las proteja”, enfatizó Sciara.
En nuestra región, hace algunas semanas dos pescadores llegaron hasta Puerto Gaboto y pescaron en el río Coronda un ejemplar de unos 150 kilos. Se trata de una especie única en su tipo, que sólo habita la cuenca del Plata y tal como sostuvo Sciara pueden llegar a pesar hasta 208 kilos.
Un estudio reciente en el cual participaron Luis Lucifora y Pablo Scarabotti, dos investigadores del Instituto Nacional de Limnología de Santa Fe (Inali), establece que “América del Sur contiene la mayor diversidad global de condrictios (rayas) de agua dulce. Los principales problemas aquí son: la sobrepesca, la modificación del ciclo hidrológico por construcción de represas y la deforestación debido al avance de la frontera agropecuaria, que modifica las llanuras aluviales”.
Asimismo, las poblaciones de rayas en el curso medio del río Paraná tuvieron una considerable disminución en los últimos años como consecuencia de la sobrepesca. “Es el hábitat más usado por las rayas así que es donde más ejemplares se capturan y donde es más evidente su disminución”, indicaron los expertos.
Por otra parte, sus ciclos reproductivos no están muy estudiados, pero se sabe que tienen poca cantidad de crías, aproximadamente 20, por lo que no tienen una expansión rápida. “Esta es una característica típica de animales que pueden entrar en una disminución de su población, por lo que presentan una alta vulnerabilidad”, agregó Sciara.
En ese sentido, manifestó: “Debería ser una especie mínimamente en estudio para saber su estado de conservación y debería ingresar a la lista de especies protegidas en la provincia como el dorado, el pacú o el manguruyú”.
“Tenemos poco conocimiento de casi todas las especies, falta inversión y mayor valoración de los recursos naturales, hubo cierto avance con el Acuario pero es un granito de arena apenas”, dijo Sciara y sostuvo que “si no se genera información científica de calidad y sostenida en el tiempo es imposible evaluar el estado de los recursos ni establecer planes de conservación”.
Fuente: Aire Digital