El subinspector Andrés Farías, de 41 años, sigue en estado crítico tras ser baleado el pasado viernes durante un violento asalto en Fisherton.
Actualmente, se encuentra en la unidad de terapia intensiva del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde está siendo asistido con respiración mecánica. La directora del hospital, Andrea Becherucci, comentó en Radio 2 que el agente no presentó mejorías desde su ingreso: “No hay mejorías desde el viernes. Se mantiene con la misma gravedad de lo que veníamos comentando desde el ingreso”.
El último parte médico reveló que Farías sufre una “lesión transfixiante en el cráneo”. Becherucci explicó: “El proyectil desde su ingreso hasta donde quedó alojado provocó lesiones hemorrágicas y traumáticas que comprometen zonas vitales del cerebro”.
“Está en coma, con una lesión neurológica aguda. Se lo está sosteniendo desde el punto de vista hemodinámico y respiratorio. Hay que ver la evolución de su lesión neurológica no tiene muerte cerebral, presenta una lesión en el tórax, Se han resuelto algunas lesiones pulmonares. Si bien es compleja, no es la que está ocasionando el pronóstico en este momento”, concluyó.
El asalto que dejó al subinspector gravemente herido ocurrió en la mañana del viernes en las inmediaciones de Ambrosetti y Benegas. De acuerdo con la investigación liderada por la fiscal María de los Ángeles Granato, Farías y un empleado del Emporio de las golosinas fueron interceptados por un vehículo, desde el cual descendieron ladrones armados que sustrajeron 35 millones de pesos y dispararon contra el agente.
Los delincuentes abandonaron el vehículo, un Focus gris que tenía pedido de captura por robo, a pocas cuadras del lugar del ataque y continuaron su fuga en dos autos distintos. En la escena del crimen, los peritos hallaron 13 vainas servidas de dos calibres diferentes: 380 y 9 milímetros, lo que llevó al fiscal regional interino Matías Merlo a concluir que los asaltantes utilizaron al menos dos armas durante el ataque.