La postal con la que se encontraron en el campo fue desoladora. La sangre en las inmediaciones de la tranquera alertaron a los productores del campo y al entrar se encontraron con los daños: Los delincuentes faenaron una vaquillona de 300 kilos, una chiva y tres chivitos y dejaron agonizando una vaca de tambo preñada, tenía un golpe en la cabeza y varias heridas cortantes en las costillas. “El veterinario nos dijo que no había más nada que hacer”, explicó Vanesa en IRÉ. Piden de la solidaridad de la región para dar con los ladrones. Intervino la comisaría de Serodino y Los Pumas.

El viernes, alrededor ayer de las 7 de la mañana, un matrimonio llegó a trabajar al campo que alquilan en Serodino a unos 9 kilómetros por ruta 91, en las inmediaciones del puente que cruza el canal. Allí tienen su proyecto de animales de ordeñe y engorde que llevan adelante con mucho sacrificio. “Llegamos, abrimos el portón y ahí nos encontramos que había sangre en la tierra. Cuando levantamos la cabeza vimos que venía una vaquillona que andaba suelta y una chivita que gritaba”, todo daba cuenta que algo extraño había sucedido en el predio.

Los detalles los brindó en IRÉ, Vanesa la productora agraria y siguió narrando: “Entramos con la chata y nos encontramos con que habían faenado una vaquillona de 300 kilos, una chiva y tres chivitos que ya estaban para carnear”. Pero no fue todo: “Dejaron una vaca agonizando, tenía un golpe en la cabeza y chuzazos en la costilla. El veterinario nos dijo que no había más nada que hacer”. El animal estaba gestando y dentro del terrible relato también explicitó que encontraron en el vientre el ternerito ya formado.

“Nosotros trabajamos con todo en regla. Nuestros animales tienen papales y marca”, indicó al tiempo que enfatizó que fue lo primero que le consultaron desde la Guardia Rural para tomar el caso. Entre los detalles apuntó que encontraron un cuchillo con huellas dactilares y las marcas de un auto en sentido hacia Villa La Ribera. Lamentablemente los días nublados también les jugaron una mala pasada ya que no se cargaron bien los sensores solares y no les enviaron alertas de que algo estaba pasando.

Con gran indignación, la productora explicó que valúan entre lo robado y lo perdido unos ocho millones de pesos, lo que significa un golpe duro para la familia que tiene su pequeña producción ganadera y láctea. Por eso piden que quienes puedan aportar información los ayuden para esclarecer el hecho y ofrecen recompensa.

Si tenes algún dato podes comunicarte con producción, con la comisaría 4ta de Serodino o Los Pumas.