Walter Daniel “Dulce” Abregú tiene pedido de captura desde noviembre pasado como uno de los principales jefes narcos de Rosario. El Ministerio de Seguridad de la Nación ofreció hace diez días una recompensa de 500 mil pesos a quienes brinden datos útiles que permitan ubicarlo. Si junto a cada liderazgo en comercio de drogas las investigaciones ferderales dejan al desnudo una pata policial, la del “Dulce” queda clara en una fotografía asombrosa, donde llamativos personajes del hampa posan con efectivos en actividad que con posterioridad fueron apresados por resonantes delitos.

Esa fotografía fue utilizada por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) en el trabajo preventivo que hace ocho meses llevó a la detención de cinco familiares del Dulce, quienes están procesados como miembros de su organización. En esa imagen Abregú aparece en un campo recreativo con dos policías hoy presos por distintos delitos. Uno de ellos es el sargento Mariano Leiva, que revistaba como chofer en la Policía de Investigaciones (PDI) al ser detectado por la PSA. El otro es Fernando Acosta, condenado a fines del año pasado por integrar una asociación ilícita que participó en los robos a dos sucursales del Banco Credicoop. También aparecía allí un tercer policía llamado Ariel Saucedo.

La historia de esa foto es también la historia de una advertencia desoída. La PSA señaló haberla obtenido de un perfil de Facebook de libre acceso. Pero eso fue recién en 2016. Tres años antes la imagen había sido consignada en un correo electrónico a una dependencia del Ministerio de Seguridad con un texto que señalaba que esos dos policías junto a un tercero llamado Ariel Saucedo se encontraban en compañía del Dulce Abregú en un establecimiento de la localidad de Oliveros. Los tres policías revistaban por entonces, según ese mail, en la Agrupación de Unidades Especiales (AUE) de la Jefatura de Unidad Regional II de Rosario, el área encargada de investigaciones del delito.

El e-mail de Gula

El informe fue enviado por el comisario Gustavo Pereyra a sus superiores de la Secretaría de Delitos Complejos en un e-mail el 2 de febrero de 2013. Pereyra sería meses más tarde acusado de integrar la Banda de Los Monos y posteriormente absuelto en un proceso en el que este comisario aceptó hablar y contestar preguntas para proclamarse inocente.

“En la foto grupal tomada en un complejo de Oliveros se ha demarcado a los policías Acosta Fernando Rubén, Leiva Mariano Rubén y Saucedo Ariel, que integran dicho grupo, haciendo mención que los tres están o estuvieron en AUE de la UR II. Adjunto el prontuario Nº 1.414.892 de Walter Abregú por ser el principal delincuente que integra el mencionado grupo”, indicaba Pereyra en aquel e-mail.

Los funcionarios de Delitos Complejos pusieron en conocimiento de que tres policías de Rosario que revistaban en la Agrupación de Unidades Especiales (AUE), el área que concentraba las investigaciones, aparecían entremezclados con un hombre que ya tenía renombre como traficante de drogas. Pero nadie les pidió explicaciones ni menos los separó de funciones. Fernando Rubén Acosta fue pasado a la subcomisaría 15ª de Pueblo Esther. A Mariano Leiva lo transfirieron el 9 de abril de 2013 a la secretaría de la Agrupación Orden Público. Ariel Saucedo fue destinado a la comisaría 19ª. Es decir que pese a que figuraban en la foto junto a un narco conocido y en la conducción de la Unidad Regional II lo sabían les dieron a los tres destinos en actividad.

La foto de los tres policías con el narco ahora con pedido de recompensa fue tomada por el dueño de un complejo recreativo en la localidad de Oliveros, donde se hacían juegos de Paintball. El Paintball es un entretenimiento donde dos equipos se enfrentan con pistolas marcadoras accionadas por aire comprimido, que disparan pequeñas bolas rellenas de pintura a otros jugadores.

El propietario se comunicó a un policía de su confianza que en su complejo solían reunirse personas que por lo que escuchaba se dedicaban al delito. Como les había tomado una foto este policía reconoció a sus camaradas. El asunto llegó a conocimiento de Pereyra que lo informó en 2013. Cinco años después Leiva estaba en la Policía de Investigaciones (PDI) cuando fue detenido. Y Acosta fue condenado también cinco años más tarde por integrar la banda mixta que robó los bancos Credicoop.

Entreveros

En noviembre pasado el suboficial Mariano Leiva, de 44 años, fue detenido mientras era chofer de la PDI por pertenecer a la banda de Abregú. El fiscal federal Claudio Kishimoto ordenó su detención por considerar que era un colaborador regular de la banda a la que favorecía con información que obtenía por su rol y función como policía. En la indagatoria ante el juez federal Marcelo Bailaque se exhibió la foto en la que aparece en medio de integrantes de la banda. Leiva admitió entonces que él era quien estaba en esa imagen pero subrayó que no tenía trato con la gente que estaba a su lado.

Para los investigadores la presencia de Leiva en esa foto no era cuestión de azar. Para ellos hay más evidencia que conecta con la banda de “Dulce” Abregú. Una es otra fotografía que muestra a las esposas de ambos en un cumpleaños. Otro elemento de sospecha es que el 3 de mayo de este año fueron a allanar la casa de Abregú en Rivarola al 7800 pero no encontraron nada, “ni siquiera un teléfono”. Ese hecho se explica, para los pesquisas, porque el ex suboficial de la PDI le anticipó que sería allanado por la misma fuerza a la que él pertenecía.

El 3 de diciembre pasado el policía Acosta fue condenado a seis años como integrante de la banda a la que endilgaron dos robos perpetrados al banco Credicoop en 2015. Uno de los golpes tuvo lugar en la sucursal ubicada en la localidad de General Lagos y la otra en Arijón al 400, en Rosario.

Otra información cursada en 2013 por Pereyra a Delitos Complejos que daba cuenta de relaciones entre policías y delincuentes estaría destinada a trascender también en otro caso resonante y a cinco años de suministrada. El mail en cuestión está fechado en abril de 2013 y consigna que el policía de la ex Drogas Peligrosas Javier Makhat estaba construyendo una casa en Roldán, en un terreno donado por Esteban Alvarado, que también entregó lotes en el mismo lugar, según dice ese texto, a otros dos efectivos de la provincia que revistaron históricamente en el área antinarcóticos y hoy se desempeñan en San Lorenzo. Esta información trascendió en diciembre de 2018 cuando Makhat era jefe de Inteligencia de Drogas de la PDI y fue encontrado viviendo en un departamento frente al Alto Rosario cuyas expensas estaban en una casa de Alvarado, hoy imputado por liderar una empresa criminal y por el homicidio del prestamista Lucio Maldonado.

Con los 500 mil pesos de recompensa por datos por Abregú, de 40 años, revivió la historia de aquella fotografía que expone sus lazos históricos con policías, que siguieron en servicio pese al conocimiento de la cúpula de la Unidad Regional II de la imagen que los mostraba a todos en un campo de Oliveros.

Foto y fuente: La Capital